EL vino rosado es uno de los que más se consumen en verano. Y la sangría también es una bebida muy típica cuando suben las temperaturas. Así que ¿por qué no unirlos? El resultado es igual de refrescante y delicioso que el de la sangría más tradicional, sólo que cambiamos el tinto por rosado y añadimos alguna fruta distinta de las clásicas. Eso sí, hay que moderar el consumo por su contenido en alcohol.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.