'Desde que veo mejor, soy más feliz': así se despide Mario Vaquerizo de sus gafas

Mario Vaquerizo le dice arrivederci de una vez por todas a sus gafas. Hablamos con el famoso cantante quien nos desvela cómo fue el procedimiento: ¿está satisfecho?, ¿cómo fue su experiencia?, ¿dónde lo hizo? Tenemos todas las respuestas.

La incomodidad de no ver bien es algo que solo entenderán aquellas personas que la padecen. Y para Mario ya era una situación insostenible. Por lo que decidió tomar cartas en el asunto.

Después de 30 años llevando gafas, Mario Vaquerizo, se despide de ellas gracias a una intervención de cirugía refractiva láser. El procedimiento ha sido realizado en Clínica Baviera Madrid por su director médico, el Doctor Jaime Javaloy.

El famoso cantante y colaborador de televisión, padecía miopía desde su adolescencia y, desde hace unos años, también sufría presbicia. Según el artista, pasar por el quirófano y corregir estos defectos visuales ha supuesto un giro de 180 grados en su calidad de vida.

“Yo llevaba gafas casi desde que tengo uso de razón, […] pero, a partir de los 45, apareció la presbicia en mi vida y empecé a no poder ver bien tampoco de cerca. […] Así que decidí que tenía que poner solución a esta situación”, nos comenta Mario.

El colaborador de televisión desvela que se decantó por Clínica Baviera para la intervención porque sabía que eran los mejores y, además, su amigo Santi Millán, quien se operó con ellos, se los había recomendado.

Una de las razones por las que el cantante estaba tan tranquilo al momento de someterse a la cirugía láser de “visión combinada”, en su caso, fue porque le explicaron todo muy bien, con mucha naturalidad y claridad. Mario iba muy tranquilo y sin dudas.

La operación duró alrededor de 10 minutos, y Mario asegura que ha sido de los postoperatorios más cómodos y rápidos que ha tenido: “descansé un poco y la verdad es que ya veía bien y me encontraba fenomenal”.

“Mi vida ha dado un giro de 180 grados, ahora lo veo todo perfectamente, ya no veo las cosas borrosas ni desdibujadas, […] es todo positivo, tanto que desde que veo mejor soy más feliz”, remata Mario.