Se trata de un maquillaje más dramático y atrevido que, además, alarga la mirada y la llena de color. Para dejar todo el protagonismo a sus ojos, la protagonista de La casa de papel llevaba una base muy natural, un poco de colorete en las mejillas y un labial rosa con gloss. Fiel a su estilo, la actriz destacó especialmente sus cejas, definiéndolas y dándoles un extra de color para que quedaran más marcadas; y se decantó por una llamativa manicura, con la base natural y las puntas con glitter plateado.
- El cambio de Úrsula Corberó tras el final de 'La casa de papel'