¿Me lo aplico o me lo guardo? Es la encrucijada que se nos presenta cuando algunos de estos objetos de deseo caen en nuestras manos. Polveras colgante, perfumes bolso, estuches monedero... Caprichos que, a pesar de tener una función cosmética, pueden convertirse en preciosos elementos de coleccionista. Su aspecto exterior suele tener ciertos detalles en común, tales como brillos, elementos decorativos y en definitiva, cualquier diseño que evoque lujo y exclusividad.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Si hay un momento durante el año en el que se nos permite ser un poco fetichistas, este es Navidad, época en la que todo es posible y los deseos se hacen realidad. Por qué no fantasear con una joya, o un cosmético de lujo, o las dos cosas a la vez, ¿quién sabe?...