Han pasado casi cuatro años desde que abandonaron Barcelona para asentarse junto a su hijo Dante en un molino del Alto Ampurdán al que ahora llaman hogar. Un paraíso natural donde la pareja de artistas cultiva su propio huerto, crea sin tabúes, monta a caballo y convive con alpacas, llamas, gallinas... y próximamente,¡hasta un dromedario!
07/02/2024 7:11 CET
Ana Poyo