En un momento en el que la salud mental se ha convertido en una prioridad global, el apoyo de perros y gatos está demostrando ser mucho más que compañía: en hospitales, residencias, colegios e incluso zonas golpeadas por desastres, estos animales son capaces de reducir ansiedad, aliviar el dolor, mejorar el ánimo y favorecer la recuperación emocional de miles de personas.
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Para entender por qué su impacto es tan profundo, hablamos con Mª Ángeles Toscano, veterinaria y directora de Corporate Affairs de Royal Canin en España, compañía referente mundial en salud y bienestar animal y cuya fundación impulsa programas sociales y terapias asistidas en numerosos países. Toscano lo resume con claridad: el contacto con perros y gatos “activa emociones positivas, reduce el estrés, mejora la comunicación y ayuda a crear experiencias que transforman el día a día de quienes más lo necesitan”.
Desde terapias con niños afectados por la DANA hasta proyectos con pacientes pediátricos en hospitales, los animales se están convirtiendo en un recurso esencial para el bienestar emocional. Esta es la razón científica —y humana— por la que perros y gatos son, hoy más que nunca, aliados fundamentales para nuestra salud mental.
¿Cuáles son los principales beneficios psicológicos y emocionales que ofrecen los perros y los gatos a personas que atraviesan momentos vitales difíciles?
A día de hoy existe mucha evidencia científica sobre los beneficios de salud física y mental de convivir con un perro y/o un gato. Algunos de estos estudios han sido desarrollados por Waltham Petcare Science Institute, un centro internacional de referencia en investigación sobre salud y bienestar animal que desde hace décadas estudia cómo la convivencia con mascotas impacta positivamente en las personas y qué colectivos pueden beneficiarse más de ello.
Convivir con un perro y/o un gato aporta compañía, afecto y una cierta sensación de protección. Sin duda son una fuente de amor y amistad y todos estos factores contribuyen claramente al bienestar emocional en determinados momentos complejos de la vida. Pero es que, además, se ha demostrado cómo el contacto con estos animales puede tener también otro tipo de beneficios fisiológicos y psicológicos, como contribuir a la reducción del estrés, reducir la presión arterial o apoyar durante la recuperación de una patología concreta.
¿Cómo contribuyen las interacciones con estos animales a reducir el dolor y favorecer la salud mental en hospitales, residencias o colegios?
Los estudios ya han demostrado que los perros producen una activación emocional positiva y contribuyen a la segregación de endorfinas y oxitocina, la reducción de la presión arterial y el ritmo cardíaco y también de los niveles de cortisol en sangre. En definitiva, pueden ayudar a reducir los niveles de estrés, que en muchas ocasiones aparecen en entornos hospitalarios o de residencias de mayores o también ante situaciones graves o de emergencia. Además, la presencia de los perros o de los gatos potencia el área emocional, facilitando la expresión de sentimientos, la comunicación o al menos la intención comunicativa, reforzando así la seguridad y la autoestima de los beneficiarios de este tipo de terapias. Estos animales ayudan a centrarse en el presente, incitan al juego y favorecen la interacción social con los demás, fomentando la creación de experiencias agradables y positivas.
Es el caso, por ejemplo, del proyecto de Yaracan en los colegios de las zonas afectadas por la DANA, que ha sido apoyado por la Fundación Royal Canin durante este 2025. Los perros de terapia de Yaracan han ayudado a reducir la ansiedad de estos niños tras la tragedia vivida y han acompañado ya a más de 1000 alumnos de los colegios Ceip Ausiàs March de Paiporta y Ceip Paluzié de Catarroja. Han favorecido la comunicación, la expresión de sentimientos y la interacción social con los demás.
Los perros producen una activación emocional positiva y contribuyen a la segregación de endorfinas y oxitocina, ayudando a reducir el estrés, la presión arterial y los niveles de cortisol en sangre.
Desde su experiencia, ¿qué cambios observan de forma más inmediata en pacientes o alumnos cuando participan en intervenciones asistidas con perros o gatos?
En el instante en el que, por ejemplo, un perro de terapia entra por la puerta, la atmósfera se transforma por completo. Es un foco de atención positivo que rompe la rutina y ayuda a crear una experiencia positiva y agradable.
En este tipo de terapias asistidas con animales en seguida se puede ver cómo se crea un vínculo de confianza con la persona, contribuyendo a que se olvide durante ese espacio de tiempo de su problemática concreta y generando así un estado de bienestar que ayuda en distintos aspectos, ya sean físicos o psicológicos. Se consigue motivar, estimular y emocionar a los beneficiarios, que en muchas ocasiones hacen por y para el animal lo que no harían por o para ellos mismos.
La activación emocional positiva que genera este contacto se suma a que los animales no juzgan, no sienten lástima y nos tratan a todos por igual.
¿Qué habilidades específicas tienen perros y gatos para detectar enfermedades, frenar conductas lesivas o intervenir en situaciones de emergencia?
Si hablamos de los perros, sin duda una de sus habilidades estrella es su extraordinario sentido del olfato. Muchos estudios han demostrado su capacidad para detectar hipoglucemia y cáncer, así como, predecir ataques epilépticos o incluso diferenciar algunos tipos de patógenos. Este alto sentido del olfato también es clave en determinadas situaciones de emergencia.
Y sin duda otra cualidad muy importante tanto en perros como en gatos es la sensación de cariño y cercanía que transmiten. Los animales que participan en este tipo de terapias son sociables y disfrutan mucho del contacto y relación con cualquier ser humano. Son muy equilibrados y fiables, capaces de responder adecuadamente al estado emocional de las personas, por lo que inspiran confianza desde el primer momento y eso es lo que hace que el efecto de las terapias sea tan positivo.
En el instante en el que un perro de terapia entra por la puerta, la atmósfera se transforma por completo, generando un vínculo de confianza y un estado de bienestar que ayuda física y psicológicamente a la persona
¿Qué recomendaciones daría a las familias para fortalecer el vínculo con sus mascotas y potenciar al máximo sus beneficios sobre el bienestar emocional, social y cognitivo?
El vínculo más fuerte se construye sobre el respeto hacia el animal, por lo que es clave entender sus necesidades concretas y darles una respuesta adecuada. Los gatos y los perros son parte de nuestra familia y eso es muy positivo, pero no debemos olvidar que son una especie distinta a la humana. Esto implica que sus necesidades y sus cuidados son distintos de los nuestros y hay muchos aspectos a tener en cuenta: desde proporcionarles un espacio seguro dentro de la casa y cuidar su alimentación, hasta fomentar los momentos de juego, los cuidados preventivos y las visitas al veterinario. Cuando aprendemos a "escuchar" sus necesidades, los animales se sienten cuidados y seguros, contribuyendo a crear un mayor vínculo con sus cuidadores y a potenciar los efectos positivos de convivir con un gato y/o perro.
