Si la nueva perra de Tom Brady te suena, no es casualidad: Junie es un clon genético de Lua, su mascota fallecida hace dos años. El astro de la NFL se une así al club de Paris Hilton, Barbra Streisand y Javier Milei, pagando una fortuna por una "segunda oportunidad". Pero, ¿es realmente el mismo perro?
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Mientras las redes estallan por el dilema ético de gastar miles de dólares en replicar una mascota en lugar de adoptar, la ciencia pone los pies en la tierra. Ana Ramírez, directora veterinaria técnica de Kivet, advierte que un clon "no es idéntico en todo": comparte ADN, pero no personalidad ni experiencias. Además, alerta del lado oscuro de esta tendencia de lujo: "Podría reducir las adopciones al promover la idea de recrear un animal perdido", instrumentalizando la vida por un capricho emocional.
¿En qué consiste exactamente la clonación de un animal? ¿El nuevo individuo es realmente idéntico al anterior en todo?
La clonación consiste en crear un nuevo individuo a partir del material genético (ADN) de otro ya existente. En animales, lo habitual es utilizar el núcleo de una célula del donante e introducirlo en un óvulo al que se le ha retirado su propio material genético. El resultado es un individuo con el mismo ADN nuclear que el original, aunque no es idéntico en todo. Aspectos como la gestación, el ambiente, la alimentación o las experiencias de vida influyen en cómo se desarrolla física y conductualmente.
Si la clonación se normalizara, podría cambiar la forma en que algunas personas se relacionan con sus animales, percibiéndolas menos como seres únicos e irrepetibles
¿Qué se necesita para clonar a un perro o un gato? En el caso de Tom Brady, se habla de una extracción de sangre no invasiva. ¿Es eso suficiente? ¿Qué materiales genéticos o procedimientos son imprescindibles?
Para clonar a un perro o un gato se necesita material genético viable, normalmente obtenido de una muestra de tejido o de células somáticas vivas. La extracción de sangre podría servir si permite aislar células adecuadas y en buenas condiciones, pero no es suficiente por sí sola. El proceso requiere también un óvulo receptor, una madre gestante y unas condiciones de laboratorio muy específicas para la manipulación y el desarrollo del embrión. En realidad, es un procedimiento complejo que combina varias técnicas de biotecnología reproductiva.
¿Qué riesgos o limitaciones tiene la clonación animal? ¿Los clones suelen tener los mismos problemas de salud, envejecimiento o comportamiento que el animal original?
Los principales riesgos están relacionados con la viabilidad del embrión y los problemas de salud a largo plazo. Las tasas de éxito suelen ser bajas y pueden producirse anomalías en el desarrollo. Aunque el ADN sea idéntico, los clones no reproducen necesariamente los mismos rasgos de salud o conducta del animal original. La edad biológica, el ambiente y la epigenética influyen significativamente en su evolución.
¿Por qué es un proceso tan caro y controvertido?
Es caro porque implica tecnología de laboratorio altamente especializada, manipulación celular muy avanzada y la intervención de múltiples animales (donante, receptor y gestante). La controversia proviene tanto de cuestiones éticas (bienestar de los animales implicados, instrumentalización de la vida…), como de la percepción social de “recrear” un animal, lo que puede generar expectativas poco realistas.
¿Qué consecuencias podría tener normalizar la clonación de mascotas? ¿Podría alterar la relación emocional entre humanos y animales o afectar a las adopciones en refugios?
Es un tema muy complejo, pero si la clonación se normalizara, podría cambiar la forma en que algunas personas se relacionan con sus animales, percibiéndolas menos como seres únicos e irrepetibles. También podría reducir las adopciones en refugios, al promover la idea de “recrear” un animal perdido en lugar de acoger uno nuevo. Es un debate que combina biotecnología, emociones y responsabilidad social hacia los animales.
Hoy por hoy, la clonación es una herramienta con más implicaciones éticas y biológicas que beneficios reales para el bienestar animal
¿Cuál es el futuro real de esta tecnología? Más allá de los casos mediáticos, ¿podría la clonación tener un uso positivo —por ejemplo, en la conservación de especies en peligro— o es un avance con más riesgos que beneficios?
La clonación puede tener un papel interesante en conservación, sobre todo en la recuperación de especies en peligro de extinción o con poca diversidad genética, siempre que se utilice de forma controlada y con fines científicos. En el caso de los animales de compañía, su utilidad es más limitada y su valor suele ser emocional o simbólico. Hoy por hoy, es una herramienta con más implicaciones éticas y biológicas que beneficios reales para el bienestar animal.
