Carmen Sevilla nunca fue una artista al uso. Su incomparable belleza la hizo ser una de las actrices más hermosas de la historia del cine español y su famosa espontaneidad la convirtió en uno de los personajes más queridos de la crónica social. Carmen Sevilla ha sabido reinventarse a lo largo de los años y exprimir su época al máximo, tanto a nivel profesional como personal.
Exitosa en su carrera y feliz en su vida personal, las dos palabras que resumen su carisma son naturalidad y frescura, dos cualidades que derrochaba frente a los focos y tras las cámaras. En el año 1970 ya conseguía dar que hablar, como demuestra en esta imagen en la que, durante uno de los programas que realizó en la pequeña pantalla, no tuvo inconveniente en lucir dos naipes de una manera muy sugerente