Jorge y Barranco, quienes un mes después de terminar el programa, no han dejado de enviarse mensajes echándose de menos. Lo cierto es que la distancia no ha sido impedimento alguno para que continúe su amistad. Una relación que se forjó en Honduras y que, a pesar de ser competidores rivales y de sus pequeños altibajos, han conseguido mantener intacta