Jesulín de Ubrique da la cara ante los medios rodeado de una gran expectación

Máxima expectación este viernes en Sevilla. Tras la corrida del pasado mes de agosto en Cuenca, que tanto revuelo causó, Jesulín de Ubrique vuelve a ponerse delante de un toro. Lo hará el próximo 24 de marzo en la localidad sevillana de Morón de la Frontera y con unos compañeros de lujo: Enrique Ponce y Cayetano

Jesulín ha explicado alto y claro el motivo por el que ha dicho sí a torear en Morón de la Frontera. "La contratación ha sido muy fácil, yo tengo muy claro lo que quiero ganar, el nivel en el que quiero torear y las ganaderías que me apetecen torear. Como se han atendido a esas exigencias, mi obligación ahora es estar a la altura de las circunstancias", ha señalado

Esta corrida, sin embargo, no supone su regreso a los ruedos. "Va a ser algo puntual. Mi objetivo es reaparecer, si me encuentro en plenitud de facultades, en 2020, coincidiendo con mis 30 años de mi alternativa”, ha anunciado. “Mis deberes en ciertas plazas de primera categoría, como Pamplona, Madrid, Sevilla o Bilbao, ya están hechos, son capítulos cerrados"

El diestro, de 45 años, no se ha pronunciado sobre los temas que rodean a su vida personal, sin embargo, si una imagen vale más que mil palabras, ha zanjado los rumores de crisis en su matrimonio con María José Campanario luciendo en su mano derecha la alianza de casado

"No necesito en absoluto tocar otras teclas para torear", así de tajante ha sido el torero al ser preguntado sobre la reaparición de su vida intima en los medios. "Tengo mi concepto muy claro: estar delante de un toro, y creo que sería traicionarme a mí mismo si algún día se pudiera cambiar, que es algo imposible" ha zanjado

La experiencia e ilusión de Jesulín de Ubrique es el punto sobre el que los amantes de los toros sostienen sus esperanzas de que la corrida que se celebra en la localidad sevillana desemboque en su regreso total a los ruedos. Lo importante, como él mismo ha reconocido, es que "tengas tu propio sello y tu propia personalidad", algo que a Jesulín le sobra