Hace más de diez años que la legendaria actriz Judi Dench, que el próximo mes de diciembre cumplirá 91, confesaba los problemas de visión que padecía. La intérprete británica sufre degeneración macular, una enfermedad asociada a la edad que puede derivar en una pérdida de visión completa. En este sentido, la artista ha contado cómo se encuentra actualmente y de qué manera esta dolencia condiciona su día a día.
Para ti que te gusta
Lee 5 contenidos gratis al mes con
solo registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra
oferta de Black Friday: 1 año
+ smartwatch valorado en 129€ por 29€
Este contenido es solo para suscriptores
Navega de forma ilimitada con nuestra
oferta de Black Friday: 1 año
+ smartwatch valorado en 129€ por 29€
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Navega de forma ilimitada con nuestra
oferta de Black Friday: 1 año
+ smartwatch valorado en 129€ por 29€
TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La nonagenaria Dench, en una conversación con su amigo Sir Ian McKellen, respondía a la pregunta de por qué ya no se encuentra tan vinculada al mundo del séptimo arte, pisando escenarios o moviéndose entre las cámaras. La estrella de Hollywood, con una actitud un tanto resignada, confesaba: “Porque no veo nada”. Su compañero McKellen, con un tono cariñoso, le dijo: “Te vemos”. Y la ganadora del Oscar por su papel de ocho minutos como Isabel I de Inglaterra en Shakespeare enamorado explicaba en ITV News que solo veía su contorno: “Veo tu silueta, y te conozco tan bien con tu bufanda de Macbeth. Pero no reconozco a nadie”.
Además, la estrella quiso recalcar que, a pesar de lo que la gente pueda pensar, ella no se ha retirado por ningún otro motivo que no sea su visión: “La gente piensa: ‘Oh, es muy pija’, pero es porque no puedo ver nada”. Recordemos que no es la primera vez que habla acerca de este desafío y de lo importante que es para ella su papel en el mundo de la interpretación: “No me quiero retirar. No estoy haciendo mucho por ahora porque no puedo ver. La cosa está mal”, ya dijo en su día para la BBC.
El icono del cine por sus actuaciones en películas como Asesinato en el Orient Express o Belfast, se sentía muy limitada a la hora de leer los guiones y reconocer rostros. Es más, en alguna que otra ocasión ha relatado alguna situación bastante delicada: “Estaba todo tan oscuro que le dije a mi compañero David, que estaba a mi lado, ‘¿tengo algo en mi plato?’”. Sin duda alguna, la figura de su pareja, David Mills, ha sido fundamental para este proceso. Él se encargaba de cortarle la comida y darle de comer, todo un gesto de amor que demuestra hasta dónde puede llegar el compromiso en una relación.
En 2012 le diagnosticaron degeneración macular, una enfermedad que llegó a su vida tras sufrir una serie de incidentes; un día, en su casa de Surrey, se tropezó con la alfombra y cayó al suelo, permaneciendo allí durante media hora. Su problema de visión se desarrolla cuando la mácula —una pequeña zona en el centro de la retina, responsable de la visión central— se ve perjudicada por la edad. Entre sus síntomas más destacados se encuentran la pérdida de visión, la presencia de sombras en el campo visual o la percepción alterada de los objetos.
Su relación con la realeza
La intérprete de M en varias entregas de James Bond siempre ha mostrado una relación cercana con la figura de las reinas. No solo por el título de Dama del Imperio Británico que le entregó la reina Isabel II de Inglaterra en 1988 —distinción que comparte con otras grandes estrellas del séptimo arte como Julie Andrews, Elizabeth Taylor o Maggie Smith, entre otras—, sino también por la buena sintonía que ha mantenido con nuestra reina Letizia en diferentes actos conmemorativos. En 2021, doña Letizia, gran admiradora del mundo del arte y la interpretación, le entregó el premio Masters of Cinema. Como pudimos comprobar en dicho acto, la Reina no perdió ocasión para intercambiar unas palabras con la estrella del cine.
