La historia de amor de Stella del Carmen Banderas y Alex Gruszynski cuenta con tantos giros de guion como Two Much, la película en la que sus padres se pusieron a las órdenes de Fernando Trueba y donde consiguieron que las chispas de sus personajes traspasaran la pantalla. Pero empecemos por el principio.
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Fue en el colegio, con solo cuatro años, cuando la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith conoció a Alex, hijo del director de fotografía polaco Alexander Gruszynski (Emily in Paris, Jóvenes y brujas), que que es CEO de la plataforma Nova, que él mismo cofundó para conectar con talentos freelance en Hollywood.
La extraordinaria reunión de una familia de estrellas en un antiguo templo del siglo XII de la Ribera del Duero (Valladolid)
Lo que inicialmente surgió entre ellos fue una amistad de infancia, que se convirtió en algo más cuando llegaron a la adolescencia. Sin embargo, aquel noviazgo se interrumpió inesperadamente en 2019, aunque, cuatro años más tarde, Stella y Alex se dieron una nueva oportunidad. Tras ese impasse, ambos se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro, como constataron cuando anunciaron su compromiso, en verano de 2024.
La elección del lugar
Para su boda soñada, Stella, que nació hace 29 años, en Marbella, no contemplaba otro escenario que no fuera España. No obstante, dudaba de que pudiera casarse en tierras malagueñas, donde también la hemos visto crecer a lo largo de cada Semana Santa. Al final, la hija de Antonio y Melanie se decantó por la Abadía Retuerta, un lugar de ensueño ubicado en la localidad vallisoletana de Sardón de Duero.
"Estoy en una nube, llena de felicidad", confiesa la novia a ¡HOLA!, después de dar el "sí, quiero" al empresario, a quien conoció en la escuela, con solo cuatro años
El mismo día del enlace, Antonio desveló que fue él quien influyó a su hija para casarse en la Ribera del Duero: "Yo había venido aquí en un viaje que hice por toda España con amigos. Repasando los álbumes de fotos e historias, ella vio que el sitio era una maravilla".
Se trata del hotel boutique cinco estrellas en el que se ha transformado la abadía de Santa María de Retuerta, un templo premostratense de estilo tardorrománico, que fue fundado en 1146 y que fue expandiéndose en los siglos posteriores —por ejemplo, su espectacular claustro se completó en el siglo XVI y la hospedería data del XVIII—.
De la misma manera, Stella siempre tuvo claro que no celebraría su boda con grandes fastos ni sería multitudinaria. Por eso, la pareja terminó acompaña por casi 200 de sus seres queridos en su gran día.
"Ha sido increíblemente divertido participar en cada detalle" nos dice Stella, que ha contribuido a la creación del traje
Sin duda, un número especialmente reducido si tenemos en cuenta que la novia forma parte de una de las sagas más queridas de Hollywood.
"Creo que refleja mi personalidad y mi estética a la perfección", añade sobre el vestido
Llegada y preboda
Los primeros familiares y amigos comenzaron a llegar a Abadía Retuerta entre el miércoles 15 y el jueves 16, ocupando así las 30 habitaciones de las que dispone el hotel. Además de la familia de Alex Gruszynski, se encontraban los padres de Stella y sus hermanos: la actriz Dakota Johnson —la hija que Melanie tuvo con Don Johnson— y Alexander Bauer —nacido de su segundo matrimonio con el actor cubano Steven Bauer—.
Tampoco faltaron otros dos miembros de la modern family que componen los Banderas Griffith: los hermanos Jesse y Atherton Grace Johnson, a quienes Stella considera como de su sangre.
El primero es fruto del matrimonio de Don Johnson con la actriz Patti D’Arbanville —antes de que el actor de Corrupción en Miami se enamorara de Melanie— y a quien recordamos por la serie española Con el culo al aire, que protagonizó, en 2012, con Hiba Abouk, Toni Acosta, María León y Raúl Arévalo.
Por su parte, Atherton Grace es la hija que Don tuvo con Kelley Phleger, con la que se casó tras separarse de Griffith. A pesar de las informaciones publicadas, en este fin de semana de celebraciones no estuvo la abuela materna de Stella, Tippi Hedren —la inolvidable actriz de Los pájaros y Marnie la ladrona, dos clásicos de Hitchcock—, ya que el viaje resultaba excesivamente largo para sus 95 años.
Ya el viernes 17, los novios disfrutaron de su preboda en otro enclave histórico: el monasterio de Santa María de Valbuena, ubicado en la localidad vallisoletana de San Bernardo. En este templo cisterciense del siglo XII, Stella y Alex despidieron su soltería por todo lo alto. La madre del Alex, Ellen Gruszynski, se encargó personalmente de supervisar que la fiesta fuera un éxito.
"Mi padre, como buen andaluz, me recordó: 'Pase lo que pase, mira a Alex a los ojos y sonríe. Es vuestro día'"
Parte del mismo se debió a la cena, a base de la mejor gastronomía española. Para comenzar, un ravioli de coquelet, manzana y tomate seco con salsa pomodoro y parmesano; seguido de un bogavante lacado acompañado de ensalada de marujas, gajos de naranja y cebolla encurtida, y un sorbete de fruta de la pasión y menta.
El colofón final llegó con las milhojas de solomillo de ternera, con crema de calabaza, patatitas "risoladas" y guisantes lágrima. Para terminar, como postre, un coulant con toffee y sopa de chocolate blanco.
"Alex y yo tuvimos claro que queríamos en España. No es solo el país de mi padre, también es el mío. Aunque mi vida esté en Los Ángeles, me siento también muy española"
Los platos se acompañaron con vinos españoles: Godella y tintos de la Ribera del Duero (Abadía Retuerta Pago Valdebelllón 2020), aunque también se prepararon cócteles: margarita, dirty vodka Martini, negroni y mojito virgen…
"Mi hija sabía lo que quería: elegancia, sencillez y que combinara lo romántico y lo creativo. Estaba espectacular"
Siguiendo con la tradición que no falta en toda boda americana, ese fue el momento en el que la familia del novio aprovechó para dedicar unas palabras a los contrayentes ante sus invitados.
Entre los asistentes no solo estaba presente Nicole Kimpel, actual pareja de Antonio Banderas, junto a su hermana gemela, Barbara. Como ya desvelamos, también se encontraban Trudie Styler, mujer del cantante Sting, y las hijas del ex Presidente de Estados Unidos Barack Obama, Malia y Sasha. Las hermanas Obama, muy unidas y siempre alejadas de los focos, viven actualmente en Los Ángeles, donde mantienen un círculo de amistades ligado al mundo de la cultura, del que Stella forma parte.
"Yo había venido aquí anteriormente, en un viaje que hice por toda España con amigos. Repasando los álbumes de fotos e historias, ella vio que el sitio era una maravilla", cuenta Antonio sobre esta abadía vallisoletana
Igualmente, a esa velada se unieron los actores Drew Starkey —protagonista de la serie Outer Banks y de la película Queer, de Luca Guadagnino— y Odessa A’zion —a quien hemos visto en las series Grand Army y Fam—, ademas de la modelo Isabella Elie, que protagonizó el videoclip de Bad Bunny Where She Goes. A pesar de que fue una noche muy divertida, la mayoría de los invitados prefirieron reservarse para el día siguiente, que era cuando tenía lugar la boda en sí.
La capilla estaba adornada con cientos de velas y cortinas que colgaban desde los techos. Una decoración con la que se consiguió un ambiente todavía más romántico
El gran día
Eran las 17 horas de ese sábado 18 cuando empezó el desfile de invitados en Abadía Retuerta. En la entrada de la finca, les esperaban una veintena de reporteros y algunos curiosos que portaban una simpática pancarta: en la misma, se leía "Americanos, os recibimos con alegría", como en la genial película Bienvenido, Mister Marshall, de Luis García Berlanga.
Pese al enclave religioso, fue una ceremonia civil. La ofició el actor Blake Lee, gran amigo de la familia de Stella, e hizo un recorrido por la historia de amor de los novios
Cerca de tres cuartos de hora después, hizo su aparición Alex Gruszynski en la iglesia, que fue desecularizada en el siglo XIX —con la desamortización de Mendizábal—. Mientras que el novio estaba radiante, con su esmoquin de Ralph Lauren —además de nervioso, como era de esperar—, la capilla estaba adornada con cientos de velas y cortinas que colgaban desde los techos. Una decoración con la que se consiguió un ambiente todavía más romántico.
La emoción fue in crescendo cuando Melanie Griffith llegó en compañía de su hijo, Alexander Bauer, y de Jesse Johnson, hijo de Don Johnson, al que considera como uno más. Pero fue a escasos minutos después de las 18 horas cuando se produjo el momento más esperado: la entrada de la novia. Del brazo de un Antonio Banderas visiblemente emocionado, su hija caminó hacia el altar mientras sonaba una canción que había compuesto el tío abuelo de Stella expresamente para la ceremonia.
Entre los asistentes, se encontraban Malia y Sasha Obama, hijas del ex Presidente de Estados Unidos, que forman parte de su círculo de amistades en Los Ángeles
El look nupcial, al detalle
La hija de Antonio y Melanie no podía estar más guapa vestida de novia. El traje, que había diseñado junto al equipo de la firma Rodarte, estaba confeccionado en encaje y gasa y destacaba por su escote corazón. Llevaba los hombros al aire, aunque los cubría su largo velo de tres metros, elaborado también con encaje.
"Aunque mi padre es un genio de la moda, le he dejado ser solo el padrino. ¡Quería que se llevara una sorpresa!", dice Stella del actor, quien estudió Diseño en Central Saint Martins, de Londres
La novia completó su look nupcial con unos pendientes de diamantes que pertenecían a su familia materna y con un ramo de calas negras. El original bouquet era uno de los elementos con los que Stella quiso darle un toque gótico a su boda. También pusieron de su parte tanto Antonio Banderas, que llevaba una de las flores en su solapa, como las damas de honor, Dakota, Atherton Grace Johnson y Adaline Gruszynski, hermana del novio, que vestían de negro, al igual que gran parte de las invitadas.
A pesar del enclave religioso, fue una ceremonia civil. La ofició el actor Blake Lee, gran amigo de la familia de Stella, quien hizo un recorrido por la historia de amor de los contrayentes, mientras algunos componentes de la orquesta del Teatro del Soho, de Antonio Banderas, ponían música al momento.
Sin poder contener la emoción, Stella y Alex leyeron sus votos. Fue un momentazo de lo más cinematográfico que dio paso a la melodía Here, There, Everywhere, de The Beatles, interpretada también por los músicos de la compañía teatral del malagueño. Otro de los bonitos detalles de la ceremonia fue la silla que los novios dejaron vacía para rendir homenaje a sus abuelos fallecidos y a otros familiares que ya no están entre nosotros.
"Mi madre, mis hermanas y hermanos han tenido papeles muy especiales, pero también han estado muy presentes y me han acompañado en todos los preparativos"
A continuación, se sirvió el cóctel en el claustro del monasterio, a nizaba la velada. Este aperitivo, de marcado sabor español, corrió a cargo del chef Marc Segarra —con estrella Michelin— y su equipo de Refectorio, que es como se llama el restaurante de Abadía Retuerta: boquerones fritos, cazón, berenjenas fritas, gildas y una gran variedad de "pintxos" que sorprendieron a los invitados estadounidenses, que nunca antes habían degustado la cocina tradicional malagueña.
Además de cortadores del mejor jamón ibérico —que viajaron desde Andalucía para la ocasión—, los recién casados habilitaron córners con coquinas fritas al momento, más otros con paella y con una gran selección de quesos de nuestro país. Mientras, se fueron proyectaron algunas fotos de la infancia de los novios en las paredes del ábside del monasterio.
Una de las grandes ausentes fue la abuela materna de Stella, Tippi Hedren, protagonista de Los pájaros. Era un viaje excesivamente largo para sus 95 años
"Lagrimillas" de Antonio
Finalizados los posados familiares, que se hicieron con vistas a los impresionantes viñedos que rodean la abadía, Antonio Banderas tuvo un bonito gesto con los periodistas que esperaban en el exterior: salió a la puerta y se acercó a ellos para compartir su emoción. "Ha habido lagrimilla porque Stella y Alex se conocen desde que tienen cuatro añitos. Es una relación muy larga, en el fondo, una relación de 25 años", confesó el actor, que aprovechó para brindar con los reporteros.
A las 20 horas, antes de la cena, Stella sorprendió a sus invitados con su segundo look nupcial: un vestido lencero confeccionado en seda y hecho a medida por la diseñadora Jane Booke. Lo combinó con un elegante collar vintage, tipo rivière, y pendientes largos de diamantes. Los novios y sus invitados no tardaron en volver a entrar a la capilla, que se había transformado nuevamente para la cena.
Los novios tuvieron un detalle muy bonito en la ceremonia: dejaron una silla vacía para rendir homenaje a sus fallecidos y a otros familiares que ya no están entre nosotros
El menú estaba conformado por ajoblanco con uvas de temporada, de primero; lubina salvaje, con crema de pizarras y pimiento verde, como plato principal, y tarta de queso al estilo vasco con vino tinto, de postre. La cena estuvo regada con vinos de la región. Los platos se acompañaron con tintos de la Ribera del Duero (Abadía Retuerta Pago Valdebelllón 2020) y con godello y champán, aunque también se prepararon cócteles: margarita, dirty vodka, Martini, negroni, mojito virgen…