Era un acontecimiento muy esperado y, además, el tema estrella del lanzamiento de HOLA.com hace 25 años. La hija pequeña de la infanta Elena y Jaime de Marichalar era bautizada el 11 de octubre del año 2000 en la pila del Palacio Real, al igual que sus primos, con el nombre completo de Victoria Federica de Todos los Santos. Sus padrinos de bautismo fueron el entonces príncipe Felipe de Borbón —hoy rey Felipe VI— y Ana de Marichalar, hermana de su padre.
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Treinta y dos días después de su nacimiento, la primera hija de los duques de Lugo y primera nieta de los Reyes de España recibió el sacramento en una misa oficiada por el cardenal Antonio María Rouco Varela, concelebrada por el arzobispo de Madrid, el arzobispo castrense José Manuel Estepa y el capellán del Palacio de la Zarzuela, monseñor Federico Suárez.
La ceremonia, que comenzó a las seis de la tarde, tuvo lugar en el salón principal de la residencia privada de los Reyes, decorado con los tapices de la serie de Cartones de Goya. Junto al altar se situó la Virgen de la Ermita del Palacio de la Zarzuela. Siguiendo la tradición familiar, recibió el bautismo con aguas del río Jordán y lució el traje de cristianar que hasta entonces habían utilizado en los bautizos de S. M. El rey Juan Carlos, la infanta Elena, la infanta Cristina, el Príncipe de Asturias, Felipe Juan Froilán y Juan Valentín de Todos los Santos.
El Príncipe de Asturias leyó la epístola
Después del canto de entrada, el arzobispo preguntó: "¿Qué nombre habéis elegido para vuestra hija?" "Victoria Federica de Todos los Santos", respondieron los duques de Lugo. ¿Qué pedís a la Iglesia para Victoria Federica de Todos los Santos? "El bautismo", contestaron. En lugar preferente, durante la liturgia, se encontraron Sus Majestades los Reyes, los duques de Lugo —doña Elena, con un elegante traje adamascado rojo y un sofisticado recogido— y los duques de Palma de Mallorca.
Durante el oficio religioso se escucharon los cánticos Tú sabes bien lo que tengo e Iglesia peregrina de Dios, interpretados por el coro de las religiosas Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, del noviciado Piedras Vivas de Galapagar, el mismo que participó en el bautizo de Juan Valentín. El entonces príncipe de Asturias leyó la epístola de San Pablo a los Romanos: “Los que por el Bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte".
La pila del Palacio Real
Victoria Federica fue bautizada, como su hermano Felipe Juan Froilán y su primo, Juan Valentín, en la pila del Palacio Real, una joya del siglo XIX realizada en plata sobredorada por la Real Fábrica de Platería. La concha litúrgica, también de plata sobredorada, procede de la capilla del propio palacio y fue la misma que se utilizó en el bautizo de Juan Valentín.
La primera nieta de Sus Majestades los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía recibió el nombre de dos Reinas, Victoria Eugenia de Battenberg y Federica de Hannover, tatarabuela y bisabuela maternas, respectivamente. El nombre de Victoria no fue usado por los Borbones hasta que Alfonso XIII se casó, en 1906, con Victoria Eugenia Julia Ena, hija de la princesa Beatriz de Gran Bretaña –benjamina de la Reina Victoria de Inglaterra– y del príncipe alemán Enrique de Battenberg. Victoria Eugenia era la nieta preferida de esta soberana británica, a la que se consideraba la Abuela de Europa. No en vano, su descendencia emparentó con todas las casas reales del Viejo Continente.
Desde Felipe V, que inauguró la dinastía en nuestro país hasta hoy –son ya once generaciones– pocas mujeres han llevado el nombre de Victoria en la Casa de Borbón. La primera de ellas, es Mariana Victoria (1718-1781), hija del propio Felipe V, que fue Reina de Portugal. Y la segunda, ya en pleno siglo XX, la primogénita de Cristina de Borbón y el conde italiano Enrico Marone Cinzano que, en memoria de su madre, la reina Victoria Eugenia de Battenberg, le impuso, en 1941, el real nombre. El nombre de Victoria lo lleva también la hija de Mario Torlonia, nieto de la reina Victoria Eugenia y la menor de las hijas del infante don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y de la princesa Ana de Francia. Cabe recordar que ambos nombres los tiene también, aunque en distinto orden, la infanta Cristina, hija menor de don Juan Carlos y doña Sofía, cuyo nombre completo es Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad.
El nombre de la bisabuela materna
Federica, el nombre de la bisabuela materna, es quizá uno de los nombres que menos se repite en el libro de la realeza donde, en una ojeada de urgencia, tan solo hemos encontrado –además, de la que fuera Reina de Grecia tras su matrimonio en 1938, con el rey Pablo– el de Federica von Klinkowström, esposa de Ulrich de Habsburgo-Lorena.La reina Federica, madre de doña Sofía, es nieta de Guillermo II, el último káiser quien, precisamente, le impuso el nombre de Victoria a su única hija, abuela materna de nuestra Reina. Por otra parte, la esposa de Guillermo II se llamaba, también, Victoria, por lo que se puede decir que este nombre es casi tan frecuente entre los Borbones como entre los antepasados de la reina doña Sofía.
Victoria Federica ocupó entonces el cuarto puesto en el orden sucesorio, inmediatamente después de su hermano, Felipe Juan Froilán, a quien precedían a su vez, la infanta Elena, madre de ambos, y el príncipe Felipe, heredero de la Corona. No obstante, en la actualidad y llegado al trono Felipe VI, la hija de doña Elena ocupa el quinto puesto en la línea de sucesión al trono español, después de sus primas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, su madre, la infanta Elena, y su hermano mayor, Felipe Juan Froilán. La hija de los duques de Lugo tiene, desde su nacimiento, tratamiento de excelentísima señora, tal y como sucede con los hijos de las infantas de España, a tenor del Real Decreto 1.368/1987, sobre Régimen de Títulos, Tratamientos y Honores de la Familia Real y los regentes. Victoria Federica no recibe, por tanto, tratamiento de Alteza Real.
Asistentes
Al bautizo de la primera nieta de los Reyes, que tuvo carácter privado, asistieron las siguientes personalidades: Su Majestad la reina Ana María de Grecia, Su Alteza Real la princesa Irene, hermana de doña Sofía; la infanta Margarita y su esposo, el doctor Carlos Zurita (duques de Soria), con sus hijos Alfonso y María Zurita de Borbón; los hijos de la infanta Pilar (la duquesa de Badajoz se encontraba de viaje): Simoneta Gómez- Acebo, con su marido, José Miguel Fernández Sastrón: Juan Gómez Acebo (vizconde de la Torre) y Bruno, Beltrán y Fernando Gómez-Acebo; Su Alteza Real el infante don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y su esposa, doña Ana (de soltera princesa de Orleans); doña Concepción Sáenz de Tejada (condesa viuda de Ripalda y abuela de la neófita), Amalio de Marichalar y su esposa, Amalia del Corral y Rosillos (condes de Ripalda); Luis Coronel de Palma (esposo de Ana de Marichalar, la madrina), y Álvaro, Luis e Ignacio de Marichalar y Sáenz de Tejada.
Por otra parte, estuvieron también presentes María Teresa de Marichalar y Bruguera, viuda de Gobeo; el teniente general José María Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla; Rafael Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, Carmen Sáenz de Teja da y Fernández de Bobadilla, con su esposo; María Teresa Sáenz de Teja da y Fernández de Bobadilla, con su marido, y Matilde Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, viuda de Prieto. Asimismo, estaban entre los invitados el presidente del Gobierno, José María Aznar, y su esposa, Ana Botella, así como el equipo médico y el personal sanitario que asistieron a la infanta Elena en el parto, encabeza dos por el doctor Emilio Esteban Carracedo.