Norma Duval es a sus 69 años una “mujer todoterreno” que ha hecho de todo: modelo, actriz, presentadora, empresaria…sin duda una de las superduvettes más emblemáticas de nuestro país. Ahora, desempeña un nuevo papel, de la mano de su marido Matthias Kühn, como abuela de sus “cuatro” nietos. A pesar de ser una de las artistas más importantes del espectáculo y haber realizado una trayectoria profesional llena de proyectos que rozaban la excelencia, Norma siempre ha tratado de que su familia sea su prioridad.
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Así es como hoy, disfruta de sus cuatro nietos en una etapa más relajada, llena de amor y aprendiendo cada día junto a ellos. Norma, que tiene tres hijos: Marc, Yelko y Christian, adoptó hace mucho tiempo el fuerte papel de unión, pilar y roca de su familia que ya desempeñaba su madre cuando esta se fue. La artista, que es el nexo de unión y la “roca” entre sus familiares, tiene a Izan, su nieto mayor de doce años hijo de Marc y Patricia Vállez; con el que disfruta de paseos juntos y de consentirlo trayéndole regalos a modo de recuerdo de todos sus viajes.
También a Valentina de tres años y Bosco de dos meses, ambos hijos de Yelko y su pareja Carmen. Y, a Carlos Santiago de un año, hijo de sobrino Juan Carlos, que nos presenta por primera vez y que para ella es “un nieto más”. “Él sería el nieto de mi hermana Carla, pero como no está mi hermana, pues es mi nieto también. Yo soy la 'nonna' de todos” nos cuenta.
A pesar de no parar de disfrutar viajando por el mundo con su marido Matthias Kühn, Norma está presente para su familia siempre que lo necesitan. También de sus sobrinas, Paula y Andrea —a las que sigue llamando "las niñas"—, que tambié son su orgullo y su prioridad.
La protagonista llevó a lo largo de muchos años una insuperable carrera, pese a que en su vida ha tenido que atravesar momentos muy duros. Entre ellos, la prematura marcha de su hermana Carla, hace casi 15 años, un momento que no fue nada fácil para la familia. A su vez, luchó y cuidó hasta el final de su vida a su madre, que sufría alzhéimer. Del último momento más duro para la familia se ha cumplido hace poco un año, y fue cuando tuvieron que atravesar la muerte inesperada de Juan Carlos Rojas con 35 años y cuando acababa de ser padre junto a su pareja, Cristina. “Es muy difícil aceptar que una persona tan joven, con 35 años, y con tanto futuro por delante, con un niño tan chiquitito, de la noche a la mañana, desaparece. No hay palabras”, cuenta Norma. Juan Carlos atravesaba una depresión.
Con la vida y sus cambios, Norma se ha mantenido en pie gracias a una fortaleza mental que ella misma reconoce: “No tengo fuerza física, pero sí soy una persona con mucha fuerza mental. Afortunadamente, he tenido mucho autocontrol en situaciones muy duras de mi vida”.
Su familia siempre fue el centro de todo y ahora, la artista disfruta del papel más importante de su vida, el de ser una “abuela atípica”-como ella misma se define- de cuatro nietos que la tienen completamente enamorada. “Izan ha aprobado todo este año y estoy superorgullosa de él”, comenta sobre el mayor.
Valentina, la hija de Yelko y Carmen, es pura creatividad y vitalidad. “Valentina es la artista de la casa. Es más lista que el hambre, muy espabilada y tiene una gracia que alucinas”. A su corta edad, Norma la ve siguiendo sus pasos en el mundo del espectáculo: “Va a ser artista, tiene pinta total”.
Bosco, el más pequeño de los hijos de Yelko, llegó hace apenas dos meses para convertir a Valentina en hermana mayor. “Bosco se parece mucho a mi hijo cuando nació, me recuerda mucho a él cuando era pequeñito. Y es buenísimo, ¡buenísimo!”. Por último, está Carlos Santiago, el hijo de su sobrino Juan Carlos, del que afirma que “es una monada… es graciosísimo, simpático, divertido, risueño, es un niño adorable”. Para ella, el tiempo de calidad compartido en familia es un regalo, una fuente inagotable de energía.
De supervedette a superabuela, Norma Duval afronta los 69 con vitalidad, rodeada del amor de su familia y disfrutando de los pequeños momentos que le regalan sus nietos. Una mujer que, después de brillar sobre los escenarios, encuentra ahora en su hogar su mayor éxito: la plenitud y el disfruta de ser abuela y ver crecer a sus nietos.