Hoy se cumplen cinco años desde que Ana Obregón conoció el dolor más desgarrador. Aquel día, su corazón se rompió para siempre con la pérdida de su hijo, Aless Lequio, que falleció con tan solo 27 años tras una dura batalla contra el cáncer. Desde entonces, nada ha vuelto a ser igual. La actriz y presentadora, que se ha convertido en un ejemplo de superación, valentía y resiliencia, encontró en el amor por su hijo la fuerza para seguir adelante, a pesar del vacío inmenso que le dejó. Aless no solo era su alegría, su orgullo, su todo… también era un joven brillante, generoso y lleno de luz que marcó profundamente a todos los que le conocieron.
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Hoy, cinco años después, su ausencia duele igual, pero su memoria sigue latiendo con fuerza en cada gesto, en cada palabra, en cada proyecto que lleva su nombre. Para rendirle homenaje en esta fecha tan señalada, su madre le ha escrito una carta profundamente conmovedora, llena de dolor, tristeza y añoranza, pero también de fuerza e ilusión tras conseguir volver a la vida gracias a su nieta Anita, la niña que le devolvió la sonrisa y que se ha convertido en la luz de sus días.
A continuación, reproducimos las palabras de Ana Obregón:
Mi amado hijo:
Hoy hace cinco años que me quedé abrazada a ti cuando Dios decidió que te fueras al cielo.
Hoy hace cinco años que mi corazón dejó de latir con el tuyo.
¿Sabes que el primer día de tu vida fue el primero de la mía? ¿Y que el último día de tu vida fue también el último de la mía?
Desde que duermes en el infinito, el dolor insoportable de tu ausencia cada día va a más.
No sufras cuando critican a tu mamá por haber cumplido tu último deseo de traer a tu hija al mundo, a mí no me duele porque tú me enseñaste el coraje y la valentía con tu ejemplo en esa lucha cruel contra el maldito cáncer.
Ojalá sientas la paz de saber que tu hija tiene todo el amor que me hubiera gustado darte, de saber que tu Fundación sigue financiando ensayos para la investigación del cáncer y aportando ese granito de arena para salvar vidas.
Tu hija, con su sonrisa, ternura y travesuras, es idéntica a ti y me ha devuelto de alguna manera la vida.
Esta noche, como cada noche, nos fundiremos en un abrazo eterno cuando Anita y el mundo duerman.
SIEMPRE JUNTOS, amor de mi vida.
Tu mamá y tu hija Anita.
"No se acepta ni se supera la muerte de un hijo"
En su última entrevista con ¡HOLA!, la popular presentadora nos confesaba que si tuviera que elegir una sola palabra para definir el momento que está viviendo sería "agridulce". "Sé que ya no volveré a sentir la felicidad que tenía cuando Aless estaba conmigo. Ese dolor nunca se pasará. No se acepta ni se supera la muerte de un hijo. Terminas aceptando que no podrás asumir jamás su partida. Por fortuna, ahora Anita llena mis días. Estuve muerta tres años, desde la muerte de Aless hasta que nació Anita. Con ella he resucitado".
La actriz reconocía que la niña se ha convertido en el motor de su vida. "Desde las seis y media que me levanto para prepararle el biberón. Solo me separo de ella los días que voy a trabajar; paso toda la tarde con ella, le doy la cena, la duermo… Lo difícil viene cuando se duerme, porque las noches siguen siendo para mí muy oscuras. Ahí es cuando me permito pensar, llorar y echar de menos a mi hijo. ¡Aunque a veces estoy tan reventada que ni puedo hacer eso!", nos decía.