Ágatha Ruiz de la Prada, navidades ‘agathizadas’ con sus grandes amigas

“Soy la loca de la Navidad. Hay que celebrarla y celebrarla, porque es curativa y buena para la cabeza”, nos dice Ágatha

Lo cierto es que Ágatha es todo generosidad. Ya lo sabíamos y lo volvimos a comprobar en la comida navideña que organizó, en su espectacular ático madrileño, para algunas de sus amigas. A su dúplex, en pleno paseo de la Castellana, acudieron Blanca Entrecanales, la galerista Sofía Barroso —madre de Sofía Palazuelo—, María Benjumea, Pilar González de Gregorio —bautizada popularmente como Pilar Medina Sidonia—, Flavia de Hohenlohe, la empresaria de hostelería Blanca Barrera-Cuadra —madrina de la hija mayor de los duques de Huéscar—, Piluca Beltrán —madre del consejero delegado de Sotheby’s España y madrina de Cósima—, la ginecóloga Isabel Alonso, Carmen Pérez Olmedo —o ‘Tata’, como llaman a la mujer del cirujano plástico Juan Peña— y su hija, Carmen Peña. “Una casa tiene que estar viva y eso significa recibir a mucha gente, y las amigas son lo más importante del mundo”, nos cuenta la anfitriona.

©JAVIER SALAS

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Cualquier cita con Ágatha ya es divertida de por sí, pero es que su comida navideña fue lo más. Sus íntimas se ‘agathizaron’ encantadas y los perros se arreglaron para la ocasión. Fue una manera de comprobar lo mucho que la diseñadora es querida por estas compañeras de vida. Algunas de ellas la llevan acompañando desde la infancia, como Blanca Entrecanales, Sofía Barroso o Flavia Hohenlohe. La primera desveló a ¡HOLA! cómo conoció a la creadora. “Tendríamos siete años y fue en las fiestas de Elena Garrigues, que mi padre —José María Entrecanales de Azcárate, fundador de Acciona— era muy amigo del suyo, [el jurista] Antonio Garrigues Walker. Entonces, no era consciente de que Ágatha era especial, aunque siempre ha sido muy alegre. Es genial”, nos contó Blanca, quien ayudó a la anfitriona con el banquete: los capones, al igual que el resto de los alimentos, procedían de su granja ecológica, Dehesa El Milagro, de la que también es clienta la Reina Letizia. Por su parte, los postres corrieron a cargo de la repostera Rosalba Lantero, quien llevó personalmente las tartas a la casa de Ágatha.

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Del colegio a la movida madrileña

Por su parte, Sofía Barroso conoció a la diseñadora con “seis años”. “Íbamos a un colegio francés que se llamaba Institut Saint-Dominique”, nos dijo la madre de Sofía Barroso. “Mis padres eran diplomáticos y, con ocho años, me fui a vivir a Argentina. Volví a España a mis trece años y me inscribieron en el colegio Rosales. El primer día de clase, con el pánico de llegar a un colegio y no conocer a nadie, me encontré a Ágatha”, relató la galerista, que también recordó el ascenso de la diseñadora en plenos años ochenta, mientras ella también apoyaba a los artistas de la movida desde su galería. Décadas después, las dos están más unidas que nunca: son vecinas y sus hijos son también amigos. “Sofía fue un apoyo total y absoluto cuando me separé. Ese año pasamos la Navidad en su casa. También fui apoyo suyo cuando ella se separó y pasamos la Navidad aquí”, nos explicó Ágatha.

Entre las invitadas de la diseñadora se encon­traban Blanca Entrecanales, Sofía Barro­so —madre de Sofía Palazuelo—, María Benjumea, Pilar González de Gregorio y Flavia de Hohenlohe

Los mismos giros presenta su amistad con Flavia de Hohenlohe, la que fuera presidenta de Sotheby’s en España: compartieron veranos de infancia en Cádiz y casi terminan siendo familia. “Salió con mi hermano Manolo y, después, mi hija fue novia de su hijo Rafael”, contó la creadora a ¡HOLA!. “Ágatha me hizo uno de sus primeros modelos, que fue el traje globo que llevé en el Baile de Debutantes”, añadió la aristócrata.

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Por su parte, Pilar retrocedió en el tiempo hasta 1982, que fue cuando cuando conoció a Ágatha. “Fue en la boda de mi hermano —Leoncio, duque de Medina Sidonia—, en Sanlúcar de Barrameda. Luego, fui a uno de sus primeros desfiles en casa de su abuela y me hizo mucha gracia. Años después, una amiga mía salió con su padre y nos unimos más”, nos relató la antigua duquesa de Fernandina, a quien Ágatha definió con estas palabras: “Es de las personas más elegantes de España. Es muy culta y ha tenido una vida divertidísima. Es hija de un personajazo como la ‘Duquesa Roja’, que no ha habido otro igual”.

Sofía Barroso nos desveló por qué están siendo unas fechas muy especiales para su familia: “Tengo tres nietos y hay otros dos que están en camino”

Pero no todas sus invitadas a la comida navideña son amigas de la niñez. Es el caso de María Benjumea, presidenta de South Summit. “Mi sobrina Cristina trabajaba con ella. Luego, monté mi oficina de Infoempleo en este mismo edificio, en el 98, y nos cruzábamos permanentemente. Conectamos fenomenal”, nos dijo María, que piropeó a la anfitriona: “Es lo más creativo del mundo y se cree lo que hace. No es un ‘bluf’ o se crea un personaje. Allá donde va, lleva luz, alegría, simpatía, generosidad y creatividad. Todo eso es fundamental, y en Navidad ni te cuento”.

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Ágatha no tardó en devolverle los halagos a María: “Es una mujer muy inteligente, poderosa y generosa. Me ha regalado dos de mis 16 perros, ‘Potus’ y ‘Flotus’. Su marido —Diego del Alcázar Silvela, marqués de La Romana— fue presidente del Grupo Vocento y creó el Instituto de Empresa. Ahora su hijo Diego es el CEO del Instituto de Empresa, que es una monada”. El mismo cariño mostró Ágatha hacia Piluca Beltrán —de melena roja— y ‘Tata’, mujer del doctor Peñas, a las que se refirió como sus amigas ‘más agathizadas’. También adora a la ginecóloga Isabel Alonso, quien asistió el parto de su hija, Cósima. “Se ha encargado de los nacimientos de los hijos de todas las que salen en ¡HOLA!”, recalcó la diseñadora.

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Navideñas y superabuelas

Durante la comida, las amigas de Ágatha nos desvelaron sus planes navideños. Blanca Entrecanales nos explicó que pasaría la Nochebuena “en casa de un hijo” y que el día 25 se reu­niría toda la familia “en casa de mi madre, con mis hijos y nietos”. Por su parte, María Benjumea está viviendo estas fiestas con más felicidad que nunca: “Tengo cinco nietas y un nieto de tres meses”. Sofía Barroso también ejerce de abuela y no solo con las dos nietas que le ha dado Sofía Palazuelo; la galerista nos adelantó que su familia está a punto de crecer: “Tengo tres nietos, aunque hay otros dos que están en camino”. Por su parte, Ágatha se convertirá en abuela por primera vez en 2024 año: su hijo, Tristán, será padre a principios de año. Quien no ve cerca el momento de ser abuela es Pilar González de Gregorio: “Se ve que a mis hijos les gusta estar solteros… Son otros tiempos”, nos contó antes de hacer balance de su intenso 2023, marcado una vez más por sus enredos familiares. “Estoy curada, como la cecina”, bromeó Pilar, quien el pasado febrero vio cómo la Justicia ejecutó la sentencia para reconocer sus derechos, como heredera del patrimonio que su madre donó a la Fundación Casa Medina Sidonia. “Se han ido resolviendo algunas cosas y otras ahí están… Queda que se resuelva el archivo de Medina Sidonia. Debería entrar la Administración porque es demasiado grande”. En ese momento, la anfitriona sirvió la comida.

“Mis amigas son mis amigas porque se dejan ‘agathizar’. Si fueran de negro, menudo rollo. Esas amigas no las quiero, no me interesan”, afirma la diseñadora a ¡HOLA!

—Ágatha, ¿cómo son unas Navidades ‘agathatizadas’?

—Decoro toda la casa y pongo el árbol, el nacimiento… Hago colección de nacimientos. En el campo, también tengo un bosque de árboles. Los decoro todos y, luego, los reciclo.

–¿Cómo ha sido ‘agathizar’ a tus amigas?

—Mis amigas son mis amigas porque se dejan ‘agathizar’. Si fueran de negro, menudo rollo. Esas amigas no las quiero, no me interesan.

—¿Qué planes tienes para estas fiestas?

—Siempre las paso con Piluca, que llevamos treinta y tantos años celebrándolas juntas. Un día lo pasamos en su casa y otro en la mía, pero este año me voy a hacer la sueca y me voy con José Manuel (Díaz-Patón) al campo (ríe). En la Nochevieja del año pasado hice un plan genial, con dieciocho tíos y dos tías en un hotel en el campo. Este año, voy a repetirlo.

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—¿Lo mejor de este 2023?

—Ha sido un año fantástico. No he parado de hacer planazos. Por ejemplo, hace días presenté mi libro en Oporto, en la que dicen que es la librería más bonita del mundo. Se llama Lello y cuesta ocho euros entrar.

—¿Qué le pides al 2024?

—Estoy muy asustada porque tengo unos proyectos muy importantes y muy difíciles. Si Dios quiere, voy a abrir mi tienda nueva cerca de la Puerta de Alcalá. Eso hace que vaya a buscar nueva casa. Con el cambio de tienda, me gustaría cambiar mi vida por completo, aunque la de ahora está bastante bien.

—¿Vas a vender este ático?

—Me da mucha pena. Estoy intentando comprarme una casa que me guste más que esta y no la encuentro.

Ágatha nos adelanta que su 2024 será muy inten­so: se convertirá en abuela por primera vez, abrirá su nueva tienda en el centro de Madrid y planea mudarse de casa

—En la primavera de 2024 serás abuela. ¿Cómo recibiste la noticia?

—Fue una sorpresa muy grande. Me alegré mucho porque, biológicamente, me tocaba. Ya me daba una rabia horrible no tener un nieto, porque casi todas mis amigas ya tienen: Isabel (Alonso) uno, Sofía (Barroso) tres, María (Benjumea) cinco espectaculares, Blanca (Entrecanales) también tiene un montón de nietos.

—Entonces, tienes muchas ganas de ser abuela.

—Sí. Es muy molesto que casi todas tus amigas tengan nietos y tú no. No sé si es un nieto o nieta, pero tengo la intuición de que va a ser un nieto.

—En unos días, también harás dos años con José Manuel Díaz-Patón…

—El balance es muy bueno. Es muy simpático y muy mono. Aguantarme a mí no es fácil.

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