Es una de las mujeres más elegantes de nuestro país y en cada una de sus apariciones marca tendencia. El estilo de Sofía Palazuelo nunca deja indiferente a nadie y es uno de los más alabados, tanto cuando viste con ropa más casual para pasear en familia, como cuando apuesta por looks más sofisticados para ir a un concierto o evento especial, como por ejemplo la boda a la que asistió la semana a pasada, en la que deslumbró.

Los duques de Huéscar asistieron el pasado viernes 16 de junio al enlace de María Ybarra O’Neill y Ángel Colón de Mandaluniz, duque de la Vega, que tuvo lugar en la Real Basílica de San Francisco en Grande, donde se dieron cita muchos aristócratas y miembros de la realeza europea. Dos grandes familias del mundo empresarial se unieron y ellos estuvieron entre los invitados. Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo no fueron fotografiados a su llegada a la ceremonia religiosa, pero sí en la celebración, que tuvo como escenario la finca ‘Saudade’, a las afueras de Madrid.

Allí posaron con su gran amigo, el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp , quien siempre ha estado muy unido a la Casa de Alba y, además, ofició su enlace y el bautizo de su primera hija, Rosario. El futuro duque de Alba lució el uniforme con las medallas de la casa, ya que la etiqueta que exigían los novios para esta boda era frac o uniforme para los hombres y traje largo para las mujeres.

Sofía, por su parte, apostó para la ocasión por un diseño en blanco y verde menta con pedrería, que combinó con un clutch y un beauty look muy natural, con el pelo suelto y un maquillaje ligero. Anteriormente no la habíamos visto nunca con un diseño con pedrería como invitada de boda y con este estilismo ha innovado y una vez más, ha acertado. El corte del vestido marcaba su delgada silueta, ya que se ha recuperado muy rápido del embarazo de su segunda hija, Sofía, que nació el pasado mes de enero.