María José Suárez y Jordi Nieto han puesto fin a su matrimonio, después de seis años de relación y un hijo en común. Según ha podido saber ¡HOLA!, la pareja ha tomado esta decisión de manera amistosa y sin que existan terceras personas de por medio.
La diseñadora sevillana y el empresario catalán, que el próximo 11 de agosto hubieran celebrado su tercer aniversario de boda, se conocieron en agosto de 2015 y, dos años después, se convirtieron en padres de un niño, Elías, que colmó de felicidad a la pareja.
La nueva familia se trasladó a vivir a Miami, debido a los negocios de Jordi, y, dos años y medio más tarde, se establecieron en Punta Cana (República Dominicana), donde la empresaria ha estado dedicada principalmente a su familia y al cuidado de su hijo, que el próximo 1 de septiembre cumple cuatro años.
La distancia, su mayor enemiga
Según hemos podido saber, el matrimonio ha luchado todo lo posible por salvar su unión, pero, como les ocurre a muchas parejas, la distancia ha sido la mayor enemiga de su felicidad, y no precisamente entre María José y Jordi.
La sevillana, que vivía en Punta Cana junto a su marido y su hijo, Elías, ha regresado a España con el pequeño, que en septiembre cumple cuatro años
Pese a vivir en un paraíso, la que fuera Miss España 1996 no soportaba seguir alejada de su familia y sus amigos y tener que gestionar también desde el otro lado del Atlántico su empresa y sus tiendas de moda, además de dejar pasar oportunidades relacionadas con su carrera de modelo.
Ahora, la guapa sevillana ha regresado a España y a su tierra con su hijo, tras haber alcanzado un acuerdo, como decíamos, amistoso con Jordi. De hecho, en su perfil de Instagram, la diseñadora ya ha publicado imágenes del feliz reencuentro de su hijo y sus sobrinos en Sevilla.
Su gran boda griega
María José y Jordi contrajeron matrimonio civil en una ceremonia inolvidable en la isla de Santorini, de la que ¡HOLA! fue testigo, y que fue calificada por todos los asistentes como “la gran boda griega”. Fueron tres días de fiesta llenos de diversión, anécdotas, sorpresas y momentos para el recuerdo. La novia, que llevó cinco vestidos diseñados por ella misma, contó para su gran día con diez damas de honor, entre ellas las también Miss España Raquel Rodríguez, Elisabeth Reyes y Eva González, vestidas también con creaciones realizadas por María José.
Al parecer, la distancia de su familia, de sus amigos y de sus negocios ha sido clave en la decisión de la que fuera Miss España 1996
Fue un enlace de película, en un escenario mágico, en un acantilado frente al Egeo y en el que los novios cumplieron con la antigua costumbre griega típica de las bodas: la danza de romper platos como augurio de felicidad en el matrimonio. Lástima que, en esta ocasión, ese ritual haya tenido un efecto tan efímero.
