Con ecografía©GettyImages

Fertilidad

Por qué los tratamientos de fertilidad deben ser personalizados

Este enfoque ayuda a la consecución del embarazo, incluso, a muchos de los pacientes que tienen peor pronóstico

Los tratamientos de fertilidad se han convertido en la esperanza de miles de parejas que desean tener un hijo. Así, según el Informe Estadístico de Técnicas de Reproducción Asistida de la Sociedad Española de Fertilidad, los nacimientos por técnicas de reproducción asistida en España han aumentado un 33 %, porcentaje más que significativo, pues se traduce en que el 11% de los bebés que nacen en nuestro país se han gestado por uno de estos tratamientos.

La clave en el éxito de estas técnicas de reproducción asistida radica en la personalización de los tratamientos, tal y como nos explica la Dra. Juana Crespo, CEO y fundadora de la clínica Equipo Juana Crespo, con quien hemos hablado sobre los resultados del informe y sobre las causas detrás de ese más que destacable incremento en el número de bebés gestados gracias a un tratamiento de fertilidad en progenitores, incluso en aquellos con peor pronóstico:

El aumento de los nacimientos por técnicas de reproducción asistida en nuestro país en un 33%, ¿se debe a un incremento proporcional de personas que se someten a estos tratamientos o por el avance de la investigación y la mejora de las técnicas empleadas?

Existen varios factores, pero principalmente es por el retraso de la maternidad en las mujeres. En la actualidad la edad es la principal causa de infertilidad. Tal y como refleja el INE en sus informes, una de cada diez nuevas madres en España tiene más de 40 años.

Otro de los factores es el avance en la eficacia de los tratamientos de reproducción asistida. En Equipo Juana Crespo tenemos una tasa de embarazo de un 77% en los tratamientos de fecundación in vitro con óvulos propios en mujeres de más de 40 años.

¿Puede cualquier persona someterse a un tratamiento de fertilidad?

En general, los tratamientos de reproducción asistida se pueden realizar a cualquier persona. Técnicas como la prótesis de cérvix o la corrección de úteros muy patológicos, a través de cirugías reproductivas hace que en la actualidad muchas mujeres con muy mal pronóstico reproductivo tengan la posibilidad de lograr un embarazo.

Alguien con un pronóstico desfavorable en la consecución del embarazo por determinadas características físicas, ¿debería renunciar a someterse a un tratamiento de fertilidad?

Las características físicas de una persona no son impedimento para lograr el embrazo. Si las características físicas provienen de una enfermedad genética, con las técnicas de diagnóstico genético es posible detectar los embriones que genéticamente son normales de los que no. También las personas transgénero pueden someterse a tratamientos de reproducción asistida e incluso, gracias a las cirugías reproductivas se pueden corregir patologías uterinas como úteros bicornes, septados, etc.

Pareja abrazada©GettyImages

Una vez que estos pacientes logran el embarazo, ¿tienen más posibilidades o probabilidad de sufrir problemas en la gestación o de que el embarazo no llegue a término?

Un embarazo por RA (reproducción asistida) no es de mayor o menor riesgo por la técnica. La edad avanzada materna, la gestación múltiple o los úteros multioperados tienen un factor de riesgo mayor durante la gestación.

En general, un embarazo sea de forma espontánea o por técnica de reproducción asistida de una mujer de 40 años, ya es considerado como una gestación de riesgo porque puede desarrollar patologías como la preeclampsia o la diabetes gestacional sea o no por reproducción asistida.

¿Qué papel juega la presión psicológica en el hecho de buscar un embarazo (de manera natural o no) y comprobar mes tras mes que no se consigue?

El estrés o la presión psicológica puede influir hasta determinado punto en lograr un embarazo, pero cuando una pareja, tras 6 ó 10 meses (dependiendo de la edad) con relaciones sexuales habituales, no ha logrado el embarazo debería venir a consultar con un experto en fertilidad. Se habla mucho del estrés, pero también los hábitos de vida como son el alcohol, tabaquismo, obesidad, exposición a plásticos, etc, influyen muchísimo a la hora de conseguir un embarazo.

En caso de que la presión psicológica influya negativamente en la probabilidad de lograr el embarazo, ¿qué debería hacer el paciente en ese caso? ¿Cómo hacer frente a esta situación?

Nosotros, durante el tratamiento de fertilidad, recomendamos que la pareja tenga apoyo emocional, si es posible, profesional. Los tratamientos generan estrés por la incertidumbre, unos buenos hábitos de vida saludable, una red de apoyo emocional familiar, e incluso profesional, siempre va a ayudar a sobrellevar el tratamiento, reduciendo el estrés en la pareja y ayuda a obtener mejores resultados.

 

Ustedes hablan de la necesidad de que cada paciente reciba un tratamiento personalizado para el éxito del tratamiento; ¿cómo se personaliza un tratamiento de este tipo cuando las técnicas son las que son?

El margen para la personalización es muy amplio, tanto como personas. La personalización empieza desde el primer contacto con el paciente, realizando una buena historia clínica. La parte más importante de un tratamiento está en el diagnóstico y la estrategia, que es totalmente individualizada. En Equipo Juana Crespo personalizamos en cada uno de los pasos que realizamos con protocolos de estimulación únicos para cada persona, aunque los medicamentos sean los mismos. Personalizamos la estrategia del laboratorio, no realizamos biopsias o DGP a todo el mundo, incluso llegamos a la personalización en la transferencia embrionaria, realizando una prueba de transfer anteriormente para estudiar el acceso al útero y elegir la cánula con la que mejor acceso puedan tener.

La investigación en el área de los tratamientos de fertilidad está en auténtico auge; ¿cuál será el futuro a corto o medio plazo de estos tratamientos? ¿Cómo serán las técnicas o que mejora experimentarán las actuales?

Hay muchas líneas de investigación abiertas, unas van en más enfocadas hacia la genética y buscan medios con los que reparar el ADN de los embriones dañados; otras líneas de investigación se enfocan en frenar el proceso de envejecimiento del sistema reproductor femenino, en especial buscando mejorar la calidad de los óvulos.

Hay una línea de investigación que a nosotros nos apasiona también que es la de cómo podemos mejorar el proceso de implantación embrionaria trabajando en la preparación endometrial y,por otro lado, con técnicas menos agresivas que nos selecciones el mejor embrión para conseguir más rápido el objetivo, que no es otro que un embarazo con un hijo sano en casa.

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