Arcilla y hiedra
La experta en estética Carmen Navarro recomienda probar a preparar una decocción de hiedra –las hojas se pueden comprar en los herbolarios–, embebeber un paño en ella y aplicar sobre la piel de naranja a temperatura tibia. ¿Prefieres el formato mascarilla? En ese caso, recomienda diluir en un bol unas cucharadas de arcilla verde con el preparado anterior hasta obtener una textura cremosa y extenderla. Baja la inflamación de la piel debido a que aumenta el drenaje linfático y, al proteger las fibras de sostén, tiene un efecto reafirmante. "De hecho, la hiedra tiene un largo recorrido histórico por sus beneficios cosméticos. Antiguamente era la representación de la eterna juventud y de la inmortalidad. Es magnífica para quemar grasa, y tratar celulitis, pero también para tonificar, hidratar y reafirmar. Los taninos que contiene sirven para curar llagas y heridas y las saponinas para reducir las varices. Incluso sus tallos tiernos se han utilizado tradicionalmente para aliviar las quemaduras del sol. La contiene muchos cosméticos y su aplicación será más eficaz si la aplicas con un guante de crin mediante masajes circulares ascendentes y después de una buena exfoliación", nos cuenta. Matiza, eso sí, que la hiedra es tóxica por vía interna, así que conviene mantenla fuera del alcance de los niños.
Lee también: Los 12 alimentos que sí te ayudan a quemar grasa (si los comes así)