¿Aumenta el riesgo de padecer depresión en la menopausia?

Los expertos coinciden en que puede ser una etapa complicada desde el punto de vista psicológico para la mujer

Por Pilar Hernán

En no pocas ocasiones te hemos hablado en estas páginas de cómo la menopausia supone la llegada de una etapa especialmente complicada a nivel psicológico para la mujer. No solo nos afecta a nivel físico, sino que también puede ser que entremos en una montaña de emociones compleja de abordar. Así nos lo confirma Carla Álvarez Llaneza, psicóloga de bluaU de Sanitas, quien nos acerca a algunas de las razones. “La menopausia puede ser una etapa complicada psicológicamente si tenemos en cuenta diversos factores. La disminución de hormonas como el estrógeno y la progesterona desencadena síntomas emocionales como cambios de humor, ansiedad y depresión. Los síntomas físicos que suceden en esta etapa, como sofocos y problemas de sueño, también contribuyen al malestar. Además, la adaptación a la pérdida de la capacidad reproductiva, los cambios en la autoimagen y las dinámicas relacionales pueden afectar el bienestar psicológico”, apunta.

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¿Aumenta el riesgo de padecer depresión en esta etapa de la vida de la mujer?

Si nos basamos en los datos del último estudio realizado por Domma, en el que han participado más de 8.500 mujeres, el 50,8% de las mujeres han afirmado que se sienten ansiosas y el 49,4% que se sienten tristes. Otros síntomas detectados en la encuesta han sido el estrés (54% de las encuestadas), el sentirse descentradas (52,2%), la irritabilidad (47,3%), los cambios de humor (58,5%) y la fatiga (52,8%). “La aparición de síntomas físicos típicos de la menopausia como los sofocos, el insomnio y los problemas sexuales, entre otros, y el padecerlos de forma muy marcada son un factor de riesgo para padecer depresión, por lo que no conformarse con estos síntomas e intentar poner remedio a estas molestias es determinante para el bienestar de la mujer”, señala Mireia Roca, cofundadora de Domma.

Tal y como nos explica la psicóloga de Sanitas, el riesgo de padecer depresión tiende a aumentar, pero más durante la transición a la menopausia que durante la propia menopausia. “Este fenómeno se conoce como perimenopausia, y sucede por las variaciones irregulares en los niveles hormonales. Este riesgo también puede persistir durante la menopausia temprana y postmenopausia, períodos en los cuales los niveles de estrógeno disminuyen significativamente. En cualquier caso, aunque existe esta asociación, es cierto que la mayoría de las mujeres que experimentan síntomas molestos durante la menopausia no desarrollan depresión”, nos detalla.

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Consejos para afrontar esta etapa

Le planteamos a la psicóloga cómo se debe afrontar, desde el punto de vista psicológico, esta etapa. “Enfrentar la menopausia implica adoptar estrategias para promover el bienestar emocional y físico”, nos sugiere. Así, hace estas recomendaciones:

  • En primer lugar, informarse sobre la menopausia.
  • Buscar apoyo social.
  • Mantener hábitos saludables.
  • Practicar técnicas de manejo del estrés y comunicarse abiertamente con los seres queridos.
  • La búsqueda de ayuda profesional también puede ser beneficiosa.
  • Además, esta etapa es una oportunidad para reevaluar metas y prioridades personales porque, a menudo, coincide con otros eventos significativos, como hijos que abandonan el hogar o cambios en la carrera profesional.

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Cómo tratar la depresión en la menopausia

Una vez que se confirma el diagnóstico de depresión en esta etapa, ¿cuál debe ser el tratamiento? En opinión del psicóloga de Sanitas, el tratamiento de la depresión durante la menopausia se afronta de manera integral, considerando diversos aspectos. “La terapia psicológica ayuda a abordar pensamientos y emociones asociados con la depresión mientras que la posible prescripción de antidepresivos se evalúa cuidadosamente, teniendo en cuenta la gravedad de los síntomas y factores individuales. Además, como he comentado, destaca la importancia de adoptar hábitos saludables, incluyendo una dieta equilibrada y ejercicio regular, como complemento para mejorar el bienestar emocional”, detalla.

“Además de tratar los síntomas físicos y psico-emocionales que experimenta la mujer, hay que cambiar la forma en que afronta esta etapa, para en lugar de sentir miedo, tristeza, rechazo, vergüenza o negación ante esta etapa, vivirla desde una óptica positiva y sin estigma”, añade por su parte Cristina Martínez, cofundadora de Domma.

Compartir la experiencia con amigas y compañeras que también estén pasando por los mismos cambios físicos y emocionales y explicar cómo se siente cada una ayudará a mejorar el estado de ánimo, dado que se normalizará y positivizará la menopausia. Asimismo, será importante buscar acompañamiento por parte de expertos cuando los síntomas del climaterio son continuos, muy intensos o incapacitantes para desarrollar con normalidad las actividades del día a día, o cuando los síntomas de malestar emocional o depresión se agraven y prolonguen en el tiempo.