Comienza el año con un retiro de yoga

Haz un viaje a tu interior rodeada de armonía, asanas, meditaciones y nuevos amigos.

Por Laura Bech

Los retiros de yoga permiten conectar mente, cuerpo y alma. Es tiempo y espacio que dedicas a ti misma de manera especial. A diferencia de las clases de yoga, lo que se suma a estos encuentro,s es el tiempo y la calidad. 

Probablemente solo puedas dedicarle a esta disciplina una hora al día, en el mejor de los casos, no está nada mal pero el entorno de la rutina y el estrés cotidiano no permiten que los beneficios del yoga sean tan intensos como podrían ser. 

Además, aunque en muchas clase de yoga también se suele dedicar un tiempo a la meditación, en los retiros es una práctica tan importante como el yoga. Algo que beneficia, no solo tu a tu organismo, sino también, a tu bienestar emocional.

Un retiro de yoga no son vacaciones pero lo parecen

Comenzaron siendo de fines de semana, en alguna casa rural, pero con el tiempo se transformaron es una actividad requerida por empresas de turismo y demandada por los usuarios. Las casas rurales, aunque aún hay muchas en la que se continúa practicando esta actividad, fueron ampliando su horizonte a sitios como la playa o la montaña.

En la actualidad puedes encontrar retiros desde 1 noche hasta 10 noches. Los más frecuentes son los de 3 noches para retiros cortos y de 7 noches para los largos. Los de 3 noches rondan los 200 euros todo incluido menos traslado y los de 7 noches los 500 euros. 

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También puedes elegir qué actividades realizar y qué estilo de yoga prefieres, la mayoría de las ofertas incluyen desde hatha yoga, kundalini yoga, bikram yoga, yoga nidra, ashtanga yoga, kung fu yoga, yoga facial y yoga iyengar. 

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¿Qué se hace en un retiro de yoga?

Además de practicar yoga y meditación los retiros combinan otras actividades dirigidas al autoconocimiento, la sanación y el bienestar.  Suele haber sesiones de reiki, de caminatas, de visualizaciones y  masajes terapéuticos.

Si es tu primer retiro de yoga, es recomendable que busques uno  que sea para principiantes. No es varía mucho este del de avanzados, pero en los segundos el grupo suele conocerse y llevar tiempo haciéndolo juntos. Siempre hay personas nuevas, por lo que no es un problema y los profesores contemplan esta posibilidad, solo que tal vez, te sientas más a gusto con personas que están en tu misma situación.

Cada retiro está enfocado de una manera diferente pero todos comparten una misma base. Vivir por unos días como un yogui y conectar con tu ser en un sitio donde se respire paz, armonía y bienestar. Algunas actividades son grupales, la mayoría, y otras como los trabajos de reflexión, son individuales. La alimentación suele ser vegana o vegetariana y en algunos retiros está a cargo de los mismos participantes. 

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Imagina todos los beneficios de practicar yoga durante 48 o 72 horas, difícilmente regreses a casa siendo la misma que se fue. Estas actividades son intensas pero muy reparadoras y sobre todo, al estar todo el día concentrada en ello, adquieres muchas herramientas para aplicarlas luego en el día a día. La mayoría de los retiros buscan acercar a los participantes a la vida yogui y adentrarse en las habilidades, algunas a veces imperceptibles, de esta filosofía de vida.

La vuelta a la realidad

La única contraindicación que puede tener un retiro de yoga es que sufras una lesión grave que te imposibilite  hacer las posturas. La mayoría de los participantes asegura que la vuelta a rutina es la peor parte. Después de tres días de espiritualidad y vivencias enriquecedoras, tu cuerpo y tu mente han desconectado del estrés diario y las obligaciones. Sin embargo, de alguna manera, tienes que incorporarte (aunque con nuevas herramientas) al trabajo, las presiones y el bullicio.

Una buena opción podría ser que, a tu regreso, dispongas de uno o dos días para acomodar el bienestar que sientes con la realidad de la vida diaria. Se realista con las expectativas de la vuelta a casa y no pretendas cambiar todo tu entorno en apenas minutos. 

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