La cara más natural de Las Palmas de Gran Canaria es la que gira en torno a la playa de Las Canteras, tres kilómetros de arena enmarcados por un paseo marítimo que no puede estar más animado, repleto de restaurantes y terrazas en los que sentarse a contemplar a los surfistas sobre las olas y disfrutar del envidiable clima de la isla. A sus espaldas está el parque de Santa Catalina, más bien una plaza ajardinada que sirve de entrada a los viajeros que llegan por mar a su puerto y también está llena de ambiente a cualquier hora del día.
Los sitios de Las Palmas de Gran Canaria de los que todo el mundo habla
Pero, Las Palmas de Gran Canaria tiene otra cara muy distinta a 9 kilómetros de distancia, es la de su barrio colonial de Vegueta, donde nació la ciudad y cuyas calles guardan más de 500 años de historia. Caminar por ellas es como viajar por cualquier ciudad de América, con sus edificios coloniales, antiguas ermitas y preciosas plazas.