El archipiélago esconde grandes tesoros inesperados entre los que practicar senderismo, nadar o contemplar las vistas más abrumadoras. Son esos secretos que muestran las diferentes caras de sus islas. Más allá del sol y la playa se esconden miradores vertiginosos, ciudades coloniales, pueblos pintorescos y fenómenos de la naturaleza que son poco conocidos entre los turistas. ¿Los descubrimos?
EL PUEBLO DE LA PALMA ESCONDIDO EN UNA CUEVA
La «isla bonita» ofrece numerosas postales, como la de Porís de Candelaria, un pueblo agazapado bajo una cueva. Antiguas coladas de lava modelaron esta escarpada costa en la que se levantan sus pintorescas casas de ventanas y puertas azules bañadas por unas aguas azules donde darse algunos de los chapuzones más emocionantes de La Palma.
La forma más fácil y aventurera de llegar hasta él es tomando un barco que parte desde el puerto de Tazacorte. Por el camino es posible avistar ballenas y delfines y detenerse en la playa de arena negra de la Veta, que se forma en primavera y desaparece entre otoño e invierno, situada bajo un impresionante acantilado de 200 metros de altura. Los barcos también suelen parar en la Cueva Bonita, una cavidad que sirvió a los pescadores para huir de los ataques piratas en el siglo XVII.