UN PASEO POR SETÚBAL
Antes de lanzarnos a la mar conviene dar un paseo por Setúbal. La ciudad suma a sus encantos el estar situada a la orilla del inmenso estuario del río Sado, que alberga numerosas especies de aves y una colonia de delfines que viven de forma fija en estas aguas.
Recorrer la arbolada avenida Luísa Todi es un paseo agradable que nos lleva directos al Mercado do Livramento, que luce orgulloso un artículo del periódico USA Today que se le consideró uno de los mejores mercados del mundo. En su interior, con las paredes alicatadas de los típicos azulejos portugueses, decenas de puestos ofrecen auténticos productos locales a buen precio -quesos, vinos, dulces, pescados y mariscos, entre otros-. Los amantes de las ostras tienen que probar aquí las cultivadas en el estuario, deliciosas y más frescas imposible (1,5 € la unidad).
La Casa da Baia, actual Oficina de Turismo, alberga el Centro de Interpretación de Mular del Estuario del Sado. Visitarlo es una buena forma de saber algo más sobre los delfines que con suerte veremos navegando. También recomendables el Museo del Trabajo, la Casa de la Cultura y el Convento de Jesús, una joya de estilo manuelino. Lo mejor será perderse por su casco histórico de calles empedradas y coloridas casitas en tonos pastel, es la mejor manera de encontrar la verdadera esencia de una pequeña localidad.