ALMEDINILLA, UNA CASCADA Y UNA VILLA ROMANA
Hay pueblos de los que nunca, o pocas veces, hemos oído hablar. De esos que no sabríamos ubicar en un mapa pero que cuando los descubres quedas sorprendido, boquiabierto, de sus encantos y tentaciones. Eso pasa con Almedinilla, donde en una ruta senderista podemos ver cómo el río Caicena se desploma en una bella cascada conocida como El Salto del Caballo. El agua cae en una suave cortina y luego se estampa contra una terraza llana. Al lado, una cueva a la que solo se entra en verano, cuando el agua aminora su ímpetu.
Pero no es la única sorpresa en esta localidad. La villa romana del Ruedo es la otra. Está a las afueras de Almedinilla y corresponde a un asentamiento rural, fechado entre los siglos I y VII, que ha conservado las habitaciones privadas con mosaicos y pinturas de gran valor. Junto a las habitaciones otros espacios como salones, cocinas, molinos de aceite, silos, hornos y lagares (almedinillaturismo.es).
Pueblos de Córdoba por los que sentirás un flechazo