Desde que hace casi 30 años celebrara su primer certamen artístico, esta localidad malagueña anclada en el corazón del valle del Genal es un auténtico museo al aire libre. Su inigualable situación rodeada de inmensos castañares, su blanco caserío de origen árabe y la esencia sureña que destilan sus calles, le valieron hace años ser incluida entre Los Pueblos más Bonitos de España. Y no es de extrañar.