PAMUKKALE, TURQUÍA
No es una sino varias las terrazas naturales que componen esta maravilla turca que la Unesco ha inscrito en su lista del Patrimonio de la Humanidad. Una blanca montaña de cal en medio de un verde valle de la región de Denizli, a una hora en avión de Estambul, cuyo nombre significa castillo de algodón. Las aguas azules reposadas en estas terrazas formadas a lo largo de los siglos poseen características terapéuticas, gracias a su alta concentración de minerales, y de ellas ya disfrutaban en la Antigüedad. En lo alto de Pamukkale, a 160 metros de altura, se construyó la antigua ciudad de Hierápolis, hoy en ruinas, que era una especie de ciudad balnearia para los romanos.
No te lo pierdas: Turquía, autorretrato en diez fotos