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MARAVILLAS DESDE MI PANTALLA / 32

A Florencia, la ciudad de los Médici y una de las más bellas de Italia, se le podría dedicar un fin de semana. Pero también media vida para admirar tanto arte como esconden sus calles, plazas, templos y museos. La monumentalidad de la cuna del Renacimiento se disfruta desde las alturas gracias a las espectaculares panorámicas que regalan la torre de Giotto y la inconfundible torre de Arnolfo del palacio Vecchio. También en sus barrios, por supuesto en sus galerías, pero, más tranquilos, en sus paseos a orillas del Arno. Terapia cultural para los amantes del arte con mayúscula que llegan atraídos por la plaza del Duomo, la Galería de los Uffizi o el David de Miguel Ángel pero que no dejan de sorprenderse con tantas maravillas por descubrir en su centro histórico, Patrimonio de la Humanidad.

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SABÍAS QUÉ…

La escultura del David de Miguel Ángel representa al rey antes de su enfrentamiento con Goliat, mide 4,10 metros y pesa 5,5 toneladas. Está tallada en un solo bloque de mármol de Carrara y formaba parte de un proyecto de 12 figuras del Antiguo Testamento que se iban a colocar en el exterior de la catedral. Su rechazo inicial hizo incluso que fuera apedreado.

El David tuvo su emplazamiento original ante el Palacio de la Signoria, sede del poder municipal, donde hoy se sitúa una réplica exacta.

El proyecto del colérico Brunelleschi era construir la cúpula más grande del mundo para el Duomo, y doble (interna y externa), construida con ladrillos y sin andamiaje. Y el resultado, pese a sobrecostes, rencillas entre arquitectos y demás, resultó apoteósico.

El templo de la Santa Croce, en la plaza del mismo nombre, es la iglesia franciscana más grande del mundo, además del auténtico panteón de Florencia. En su interior reposan florentinos tan célebres como Galileo, Miguel Ángel, Lorenzo Ghiberti y Maquiavelo.

El ponte Santa Trinità se cree fue diseñado por Miguel Ángel.

Las joyerías que hoy se ubican en los locales del Ponte Vechio, allá por la Edad Media, eran talleres de curtidores y carnicerías, que debido a su hedor mareante, fueron sustituidas por esos otros comercios artesanales.

El síndrome de Stendhal, también conocido como síndrome de Florencia, hace referencia a las sensaciones que experimentó el novelista francés al visitar en 1817 la basílica de la Santa Croce y quedar deslumbrado ante tanto arte y belleza.

Repartidas por toda la ciudad hay decenas de señales de tráfico originales, obra del artista Clet Abraham, que hacen de las calles un museo de arte urbano.

En el Hotel degli Orafi (hoteldegliorafi.it) se rodó la famosa película Una habitación con vistas, protagonizada por Helena Bonham-Carter.

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IMPRESCINDIBLES

Buscar el mejor ángulo para fotografiar a la vez los tres grandes monumentos de la piazza principal de Florencia: el Duomo o catedral de Santa María del Fiore; el Campanile de Giotto, y el baptisterio de San Giovanni, con su planta octogonal forrada de mármoles y sus famosas puertas de bronce.

Subir a la a icónica cúpula de Brunelleschi para contemplar la panorámica. O a la torre-campanario del Campanile, que regala otra buena vista de 360º.

Contemplar el atardecer desde el ponte Vecchio, el más antiguo de los que atraviesas el Arno, y luego dar un paseo a orillas del río.

Admirar el David de Miguel Ángel en la Galería de la Academia, entre otras obras de escultura y pintura.

Visitar Santa Maria Novella, la iglesia de los dominicos, para contemplar sus frescos.

Asomarte al mirador de la piazzale Michelangelo, uno de los mejores de la capital de la Toscana, especialmente al mediodía.

Descubrir la mejor colección de arte renacentista en la imponente Galería de los Uffizzi, de artistas como Giotto, Tiziano, Caravaggio, Botticelli, Miguel Ángel o Leonardo da Vinci.

Perderte por los distintos museos que acoge el Palacio Pitti, entre ellos la imprescindible Galleria Palatina, y después por los jardines de Boboli, situados a su espalda y magnífico ejemplo de jardinería renacentista.

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MUY PRÁCTICO

Florencia tiene conexión directa con diferentes aeropuertos españoles.

Caminando es como mejor se disfruta Florencia, donde todo queda bastante a mano. La Firenze Card (firenzecard.it), que cuesta 85 € y es válida durante 72 horas, permite usar el transporte público y acceder a los principales museos. Otra idea es alquilar un vehículo eléctrico llamado Ape, medio coche, medio scooter y recorrer el centro histórico.

Florencia tiene una larga tradición orfebre, que queda patente en las joyerías del Ponte Vecchio. También para comprar, la exclusiva Via de Tornabuoni, el Mercato di San San Lorenzo o el barrio de Santo Spirito.

Tomar un helado artesano típico italiano, como los de la gelateria La Carraria (lacarraiagroup.eu), los de la también muy reconocida Grom (grom.it) o el famoso Buontalenti de Badiani (gelateriabadiani.it).

Y, por supuesto, probar los vinos de la Toscana en una enoteca.

VISITA VIRTUAL

Mientras esperamos poder viajar a Florencia, puedes entretenerte con un tour virtual por la ciudad y algunos de sus mejores espacios artísticos en estos enlaces:

youtube.com/watch?v=SPeW0YWLVvE

youtube.com/watch?v=bixM04Y00Gk

virtualuffizi.com/es/visita-virtual.html

artsandculture.google.com/partner/uffizi-gallery

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