A una hora de Hamburgo, esta antigua ciudad marinera que fue capital de la Liga Hanseática, conserva un casco antiguo Patrimonio de la Humanidad. Dos días en ella nos darán para recorrer a pie los antiguos barrios de este pintoresco destino bañado por los ríos Trave y Wakenitz y acercarnos a Travemünde, la zona de ocio más sofisticada del Báltico alemán.