FERMOSELLE Y LA CASA DEL PARQUE
Casi en el límite con Salamanca, Fermoselle es un pueblo precioso con unas vistas inmejorables, que ha sabido conservar sus empinadas callejuelas de granito y sus bodegas excavadas en la roca. El paseo por sus imprescindibles nos llevará de la plaza Mayor, donde se levanta la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, al mirador del castillo, el del Torojón o a calles con tanto encanto como las del Nogal, Terraplén o la calleja Calvo Sotelo. El antiguo convento de San Francisco ha sido rehabilitado como Casa del Parque Natural de los Arribes, una visita indispensable para conocer este gran cañón ibérico.