Muchos y sorprendentes reclamos esconde la capital zamorana, empezando por tener el récord mundial de iglesias románicas en una ciudad o su inesperada ruta modernista. También sus islas misteriosas que se descubren durante un paseo en barca y agradables lugares para probar los quesos, vinos y otros manjares de esta tierra. Dos días en Zamora serán suficientes para dar buena cuenta de todo ello. Esta ciudad será tranquila, pero nada aburrida.
El paseo más bonito por Zamora se hace en barca
PRIMER DÍA
Si hay que empezar a desgranar Zamora en 48 horas no se puede empezar por otro lugar que no sea su cogollo monumental, formado por la catedral, con su llamativa cúpula de aires bizantinos, su castillo asentado sobre roca, la muralla defensiva que cerca la ciudad y su apabullante colección de templos románicos, que tiene nada menos que ¡23! Santa María Magdalena, Santa María la Nueva, San Ildefonso..., pero también palacios y casas solariegas.