Trucos de experta para sobrevivir a un viaje largo esta Navidad sin estrés


Vuelos interminables, escalas infinitas y aeropuertos abarrotados pondrán tu paciencia a prueba, pero no temas: te damos los tips para sobrevivir (y disfrutar) de tus próximas vacaciones.


Mujer en una playa y sombra de un avión© Shutterstock
17 de diciembre de 2025 - 14:30 CET

Llega la Navidad y, con ella, los reencuentros con familiares y amigos, los retornos a casa con el turrón bajo el brazo, los villancicos, las comidas copiosas... y los viajes. Porque, si eres de los que aprovecha cualquier ocasión para pegarte unas más que merecidas vacaciones a algún destino lejano, probablemente tengas ya organizado, para estas fiestas, alguna que otra escapada. Y es que, ¿qué mayor motivación para llegar a fin de año con energía y felicidad, que saber que vas a vivir unas Navidades en un contexto diferente?

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Ya hayas apostado por una Nochebuena caribeña, un fin de año en el Sudeste Asiático o unos Reyes en Latinoamérica, de lo que no hay duda es de que te espera un vuelo largo y tedioso hasta alcanzar tu destino. ¿Quieres que te demos algunos consejos para hacer el trayecto más llevadero? Apunta bien, que aquí vamos.

© Shutterstock

Planificación: el mejor aliado antes de despegar

En Navidad, anticiparse lo es todo. Llegar con tiempo extra al aeropuerto te evitará estrés innecesario y te permitirá afrontar el vuelo con más calma: estamos en época de mucho movimiento y nunca sabes qué problemas te puedes encontrar. Conviene que revises con antelación la documentación, las restricciones de equipaje y el estado del vuelo, ¡que no queremos sorpresas! Y, siempre que sea posible, acuérdate de elegir los asientos que más te convengan antes del día del viaje: apostar por pasillo te facilitará levantarte y estirar las piernas, algo fundamental, sobre todo, en este tipo de trayecto largo. En el caso en el que viajes en pareja o en familia, trata de reservar asientos juntos y así irás todo el viaje acompañado. 

© Kay A/peopleimages.com - stock.adobe.com

El equipaje de mano, bien estudiado

Un buen equipaje de mano es lo mismo que un viaje bien optimizado. No debes olvidar incluir auriculares con cancelación de ruido, una almohada cervical cómoda, antifaz y tapones para los oídos si eres de los que no logra conciliar el sueño con facilidad: te esperan muchas horas en el avión, y mejor aprovechar para descansar. Añade un par de mudas ligeras, calcetines de cambio y un neceser con cepillo de dientes, crema hidratante y bálsamo labial que te ayudarán a hidratarte tras tantas horas de vuelo en cabina con un ambiente bastante seco. Un aspecto más que te ayudará a darle el toque sostenible a la aventura, es que incluyas una botella reutilizable vacía en la mochila, así podrás rellenarla justo después de pasar el control de seguridad.

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Estira y mueve las articulaciones mientras vuelas

Permanecer sentado durante horas suele pasarle factura al cuerpo. Por eso, es bueno que recuerdes levantarte cada cierto tiempo, caminar por el pasillo y realizar pequeños estiramientos que ayuden a activar la circulación y reducir así la sensación de pesadez. No lo olvides: bebe agua con frecuencia, será clave para combatir la deshidratación propia del avión, además de que conviene que moderes el consumo de alcohol y café, especialmente en vuelos nocturnos. Además, olvídate de prendas que sean ajustadas: recuerda que, cuanto más holgada sea la ropa que vistas durante las largas horas de vuelo, mayor comodidad te asegurarás. ¿Un extra más? Si eres de a los que se le hinchan las piernas durante los vuelos largos, agénciate unas buenas medias de compresión que te ayuden con la circulación. Ejem... ya nos darás las gracias.

© Viacheslav Yakobchuk - stock.adobe.com

Comer y dormir, sí, pero bien planificado

Aunque la tentación de picar sea constante, opta siempre por snacks saludables como frutos secos, fruta deshidratada o barritas energéticas, que te ayudarán a mantener la energía sin sensación de hinchazón. Para vuelos largos con cambio horario, trata de ajustar un poco las horas de sueño antes del viaje y dormir en el avión según el horario del destino. Esto podrá aliviarte el temido –¡y sufrido!– jet lag. Una playlist relajante o una meditación guiada pueden ayudarte a conciliar mejor el sueño. Si te cuesta dormir en el avión, pedir ventanilla es siempre una buena opción: apoyando la cabeza en el lateral, estarás mucho más cómodo.

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Entretenimiento a bordo, tu gran aliado

Aunque –ya lo sabemos– los sistemas de entretenimiento a bordo han mejorado muchísimo, y la lista interminable de películas, series y documentales que querrás ver superará con creces las horas de vuelo, no está de más llevarte contenido descargado en el móvil o en la tablet para completar. Ya sabes, ¡es el momento de que aproveches para ponerte al día de todo eso que tenías pendiente! También puedes añadir ese libro que te tiene atrapado desde hace semanas, la guía del destino que visitarás o un cuaderno para escribir apuntes y planear así el viaje. Son todas excelentes formas de desconectar del reloj y hacer que las horas pasen, literalmente, volando.

© Nicholas J. Klein - stock.adobe.com

Asegúrate escalas holgadas

No hay nada peor que añadir a los nervios de un viaje el estrés a causa de las escalas cortas, algo que te llevará a pasar la primera parte del viaje inquieto por si no llegas a tiempo para enlazar con el siguiente vuelo. Por eso, cuando vayas a comprar los billetes de avión, chequea bien que el tiempo en el aeropuerto de escala entre la primera parte del viaje y la segunda sea lo suficientemente amplio. Así, en caso de que surja algún retraso o problema inesperado, evitarás los nervios a la bajada del avión y las carreras por los pasillos del aeropuerto en busca de tu siguiente puerta de embarque. 

Si, por el contrario, resulta que el enlace es demasiado largo, infórmate por si la aerolínea ofrece excursiones de unas horas a la ciudad de escala, o echa un vistazo a la oferta para el descanso con la que cuenta el propio aeropuerto. A veces, por un módico precio, tienes la oportunidad de acceder a pequeñas cabinas o habitaciones con cama para dormir relajadamente, o incluso a duchas para refrescarte. 

© Maridav - stock.adobe.com

Actitud viajera: siempre positivo, nunca negativo

En fechas tan señaladas, ya te lo decimos nosotros, la paciencia es tan importante como el mismísimo pasaporte. Aceptar que pueden surgir retrasos o imprevistos, que tu maleta quizás no llegue al destino final o que todo el mundo, al igual que tú, lleva soñando con este viaje desde hace mucho tiempo, ayuda a empatizar y a rebajar la tensión. Al fin y al cabo, el vuelo es solo el prólogo de unas vacaciones muy esperadas, así que afrontarlo con calma, flexibilidad y buen humor será, no te quepa duda, el mejor consejo que te podemos dar para empezar el viaje, la Navidad y el año con el pie derecho. Y ahora, abróchate el cinturón, ¡porque despegamos! 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.