Ubicada en el extremo occidental de la provincia de Granada, la Sierra de Loja forma parte del sistema Subbético. Se sitúa a unos 55 minutos de Granada y a una hora desde Málaga, lo que la convierte en una opción muy cómoda para una escapada de fin de semana o una parada con encanto entre estas dos grandes ciudades andaluzas.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El paisaje está dominado por lomas suaves, campos de olivos, encinas y pequeños pueblos blancos con historia, miradores espectaculares y mucho sabor rural. Aunque menos conocida que otras sierras andaluzas, ofrece una mezcla muy atractiva de naturaleza, cultura, gastronomía y lujo tranquilo.
Loja, la ciudad que da nombre a la sierra, es una pequeña joya. Su casco antiguo conserva reminiscencias árabes y rincones muy fotogénicos como el Mirador de Sylvania, la Alcazaba o la iglesia de la Encarnación. Pasearla sin prisa es ya un plan en sí mismo.
Sin duda, uno de los lugares que no hay que perderse es el Mirador Sierra de Loja, un balcón natural a 1.200 metros de altitud desde el que se domina toda la comarca. En días claros se llega a ver incluso Sierra Nevada y parte de la vega granadina. La subida (en coche o ruta 4x4) bien merece la recompensa de un espectacular atardecer.
Una de las fechas clave del año de este pequeño pueblo granadino es la Feria Grande de Loja, que se celebra cada agosto, en torno al día 15. Son días de fiesta local, con casetas, música, feria de día, atracciones y procesiones que animan las calles y muestran la cara más alegre del pueblo.
5 planes top a menos de una hora de Loja
Pero cerca de esta preciosa localidad podemos encontrar otras joyas que bien merecen una escapada. A apenas 15 minutos, se encuentra Salar, donde puedes visitar una villa romana descubierta en 2007 y que ha sorprendido por la calidad y conservación de sus mosaicos. Una joya arqueológica poco conocida.
Riofrío, enclave natural de gran belleza, famoso por su producción de caviar ecológico. La visita a las piscifactorías de Caviar Riofrío, donde habita el esturión, es tan educativa como deliciosa: hay catas guiadas, paseos junto al río y tienda gourmet para llevarse un recuerdo gastronómico único. Además, es ideal para ir con niños y si el tiempo lo permite, poder incluso nadar entre esturiones.
Ya en el límite con Córdoba, se encuentra Iznájar, un pueblo blanco encantador que se asoma a un embalse inmenso que lleva su nombre. Allí puedes practicar kayak, paddle surf o simplemente relajarte en alguna de sus pequeñas playas interiores.
Y por supuesto, Antequera, a menos de 40 minutos. Su legado histórico —con dólmenes Patrimonio de la Humanidad—, su casco antiguo monumental y la cercanía al Caminito del Rey, uno de los senderos más espectaculares de Europa, hacen de esta ciudad un complemento ideal para la escapada.
Gastronomía: el sabor de la tradición
En esta zona, la gastronomía es una mezcla de herencia morisca, cocina de campo y producto de cercanía. El aceite de oliva virgen extra, los embutidos artesanos, el choto al ajillo, las migas o los guisos de legumbres forman parte de la cocina del día a día. En Loja puedes comer muy bien en lugares como: Restaurante Alacena, una propuesta moderna con producto local. Casa Rafael, perfecto para carnes a la brasa. Bar Los Hermanos, más informal pero auténtico y muy bien valorado entre los locales.
Y para los que buscan una experiencia más refinada, hay un lugar que eleva esta tierra a otra dimensión y ese es el Hotel Finca La Bobadilla.
Finca La Bobadilla: el lujo tranquilo entre olivares
En pleno corazón de la sierra, rodeado por más de 350 hectáreas de naturaleza virgen, se esconde Finca La Bobadilla –recientemente adquirido por Único Hotels– un refugio de lujo, intimidad y exclusividad entre olivos y encinas, donde cada rincón invita a desconectar.
Miembro de The Leading Hotels of the World, de la prestigiosa red Virtuoso y con una llave Michelin en la primera edición en España de la guía roja hotelera, es mucho más que un hotel, es un destino en sí mismo. Su arquitectura reproduce la de un pequeño pueblo andaluz, con casitas blancas, patios, fuentes y caminos empedrados que invitan a pasear sin prisa. Todo está pensado para desconectar: no hay ruidos, no hay estrés. Solo paisaje, tranquilidad y hospitalidad cuidada al detalle.
Este hotel es el destino ideal para familias —con piscina, Kids Club, huerto ecológico, bicicletas, caballos y actividades al aire libre—, pero también para escapadas románticas o viajeros que buscan silencio y buena mesa. Además, para aquellos que buscan reconectar consigo mismo, su renovado Flow Spa ofrece un espacio de bienestar único, donde la luz natural, la serenidad del entorno y tratamientos de alta gama se combinan para crear una experiencia de desconexión total. Un santuario pensado para reconectar cuerpo y mente.
Uno de los grandes tesoros de La Bobadilla es su restaurante La Finca (una estrella Michelin), convirtiéndose en el único restaurante con estrella del interior de Granada. Al frente está el chef Fernando Arjona, que propone una cocina arraigada al territorio pero con técnica y sensibilidad contemporánea.
El menú cambia según temporada y se basa en producto de kilómetro cero, con un protagonismo claro del aceite virgen extra que se produce en la propia finca. También destacan los vinos de la zona, especialmente de bodegas de Granada, Montilla-Moriles y la Axarquía, seleccionados para resaltar cada elaboración.
La Finca se encuentra a solo 10 minutos en coche de Loja, y se accede fácilmente desde la A-92, que conecta Granada y Málaga. También puedes llegar en tren AVE hasta la estación de Loja-San Francisco, con conexiones desde Madrid en menos de tres horas.
Naturaleza, historia, miradores, pueblos con alma, buena mesa, una estrella Michelin y el lujo más auténtico y silencioso. La Sierra de Loja no busca llamar la atención, simplemente está ahí, esperando que la descubras.