Disfruta al máximo de tus días de verano en Barcelona en estos beach clubs cargados de propuestas de lujo. Gastronomía, piscinas espectaculares y fiesta harán muy difícil que te quieras volver a casa.
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CÓSMICO
La apertura de la temporada
Prepárate para lo más alto (literal y figuradamente): Cósmico aterriza este verano en Barcelona como el nuevo templo del exceso sensato. En lo alto del hotel SLS Barcelona, este paraíso hedonista despliega sushi flotante, cócteles XXL y beats que se pegan como la sal al borde de la piscina. ¿El telón de fondo? Una vista que te reconcilia con la vida: mar, ciudad y puerto en panorámica total, con dos piscinas, cabañas VIP y un programa musical que arranca al atardecer y se prolonga hasta que el cuerpo aguante. C. de la Pau 2, Sant Adrià de Besòs.
TIBU-RON BEACH CLUB
Sol, sangría y sabrosura
Castelldefels esconde otras joyas como este beach club con tres terrazas y vistas al mar, donde el ambientazo va de la calma mañanera al desmadre nocturno sin perder el ritmo. Puedes arrancar con un desayuno healthy, marcarte un vermut, comer con la tropa entre arroces y tapas, brindar con un cóctel viendo caer el sol... o liarte hasta que el DJ suba el volumen y las mesas desaparezcan. En los fogones, producto local bien tratado y platos que saben a verano: fideuás, bogavante al estilo balear y sangrías que vuelan de mesa en mesa. Ribera de Sant Pere, 15, Castelldefels.
CASANOVA BEACH CLUB
El preferido de los famosos
Castelldefels es tierra santa para los beach clubs, y si hay uno que arrasa entre los VIPs es el CBC, del Grupo Lancaster. En pleno paseo marítimo, tiene todo lo que necesitas para no moverte: piscina con vistas, una bodega con más de 180 vinos y una carta que fusiona cocina nikkei con arroces veraniegos y productos locales. Y no olvides el xuixo. Es un must. Al caer la tarde, el espacio se convierte en un night club con ritmo, música en vivo, cócteles creativos y dinner shows que invitan a quedarte hasta el amanecer. P. Marítim, 297. Castelldefels.
BESO PEDRALBES
Formentera en la ciudad
El espíritu Beso –bohemio, hedonista y elegante– se instala en el hotel Torre Melina Gran Meliá con un triple combo: zona de aguas, restaurante de brasas vascas y un espacio para eventos que va del brunch a la fiesta privada. En carta, arroz de carabineros, chuletón bilbaíno, rabitas de bogavante o mejillones que saben a vacaciones. Y sigue el planazo de los domingos con Beso Balance, wellness y brunch incluidos. Aunque estés en plena Diagonal, basta un pie en su arena para desconectar. Esto no es un beach club, es un estado mental. Av. Diagonal, 671. Barcelona.
MAMUT BEACH CLUB
Brasa y jungla
A solo 10 minutos de Barcelona, en mitad de una reserva natural, Mamut Beach Club es ese sitio al que vas buscando paz... y acabas volviendo por el arroz con zamburiñas. Con vibes de paraíso exótico y decoración selvática, aquí la cosa va de brasas bien hechas (pluma ibérica, chuletón...), arroces con espíritu mediterráneo y platos que mezclan tradición catalana con guiños atrevidos. ¿Postres? Torrija de leche merengada con helado de canela. ¿Plan? Comer sin prisa, aparcar sin dramas y desconectar sin tener que irte demasiado lejos. Camí de la Murtra, Viladecans.
INFINITUM BEACH CLUB
El más premiado de Europa
Este 14 de junio, el galardonado en más de una ocasión como el ‘Mejor Beach Club de Europa’ en los World Travel Awards, levantaba el telón de su nueva temporada en la Costa Daurada con todo lo que necesitas para entrar en modo verano: 10 piscinas entre pinos y el Mediterráneo, zona solo adultos, área infantil, hamacas flotantes, day beds y tres restaurantes para quedarte a vivir. Dentro, Flamma Beach Foodhouse ofrece una carta pensada para brasear el hambre: arroces, carnes, pescados frescos y postres que merecen aplauso. El paraíso a dos pasos. Av. del Pla de Maset, Salou.
PÉNDULO BEACH CLUB
Arroces y atardeceres
Podría ser Tulum, podría ser Bali, pero es Castelldefels. A solo unos minutos de Barcelona, Péndulo Beach Club es un templo gastro junto al mar. Espacio de diseño brutal–todo madera, cerámica y microcemento, con muebles hechos a medida– y cocina que rinde homenaje al Mediterráneo sin miedo a cruzar fronteras. Al mando está el chef Octavi Torres, especialista en cocina marinera y responsable de una carta que arrasa en los rankings de arroces (siete tipos, ni más ni menos), pescados y cócteles. El ambiente, como la comida, entra solo. Ribera de Sant Pere, 1, Castelldefels.