Los valles siempre verdes de los ríos Pas, Pisueña y Miera componen un paisaje singular no tan conocido en Cantabria, y, sin embargo, estos pasos naturales de la cordillera que separa esta región de Castilla son todo un secreto para descubrir, con pastos que se pierden tras las lomas de las montañas y pueblos tranquilos con un estilo de vida tradicional. Aquí tienes los más bonitos y recomendados para explorar:
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LIÉRGANES (MIERA)
La "Santillana pasiega", como le dicen al pueblo más visitado del valle de Miera y uno de los "más bonitos de España”, con un precioso centro histórico de calles empedradas y casonas con escudos. El río atraviesa el casco urbano y bajo su emblemático puente de piedra, está la estatua del Hombre Pez, protagonista de una leyenda local. Al fondo, dos montes gemelos –conocidos como “las tetas de Liérganes”– le dan al paisaje una silueta inconfundible. Aquí todo invita a tomarse las cosas con calma: pasear sin rumbo, parar a tomar un chocolate con picatostes, visitar el antiguo balneario o, simplemente, disfrutar del entorno natural que lo rodea.