El medallista olímpico Saúl Craviotto, junto a su mujer Celia García, han tenido la oportunidad en exclusiva de alojarse en el nuevo y lujoso resort que el tenista Rafa Nadal ha inaugurado en pleno Caribe: Zel Punta Cana. Una experiencia en la que han combinado a la perfección descanso y entretenimiento en un alojamiento con el sello inconfundible del estilo mediterráneo de Meliá, que ha conquistado a todos los que lo visitan.
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Al igual que ocurrió con Paula Echevarría, que disfrutó de unos días de desconexión junto a su hija Daniella, o Gemma Pinto y Ana Fernández, que se dejaron seducir por la esencia mediterránea del resort, el piragüista también ha quedado fascinado con la propuesta. “Reúne todo lo que busco cuando voy de vacaciones: buena comida, buen clima, buen ambiente y, a la vez, relax.”, confiesa el campeón y destaca algunos pequeños detalles que hicieron única su estancia: “Buen gimnasio, que para mí es importante, y la playa cerquita para correr por la mañana al amanecer”.
Con la llegada del verano, charlamos con el deportista sobre sus planes para estas vacaciones, sus gustos a la hora de viajar y aquellos rincones imprescindibles de Asturias, su tierra natal, que recomienda a todo aquel que la visite.
- Por tu profesión viajas mucho, pero en tu vida privada, ¿también te defines como una persona viajera?
Sí, la verdad que estoy todo el día viajando. Sobre todo, a nivel nacional hago mucho Barcelona-Madrid, Madrid-Barcelona, vivo en Asturias, entreno mucho en Sevilla, mi familia es de Lleida… Me muevo bastante, pero cuando no estoy trabajando mis vacaciones son pasar mucho tiempo en casa, que para mí es disfrute, ya que estoy tanto tiempo fuera. Pero sí me gusta empaparme de otras culturas, religiones, continentes, gente… Es uno de mis hobbies.
- ¿Qué no puede faltar nunca en tu maleta?
Siempre algo de tecnología: iPads, cascos..., eso nunca falla. Y un buen libro. Ahora mismo estoy leyendo Las gratitudes, muy recomendable.
- ¿Tienes alguna manía o truco al viajar?
No soy mucho de manías. Antes sí tenía rituales antes de competir, pero con el tiempo he descubierto que no me aportaban nada. Ahora ya no tengo ninguna.
- ¿Cuál fue tu primer viaje del que tienes memoria?
El primero que hice fue a Brasil y fue también la primera vez que cogí un avión. Me estrené con un viaje bastante largo. Tenía 15 años y fue una competición en Curitiba. Guardo un recuerdo maravilloso.
- ¿Y el mejor viaje de tu vida?
Creo que la luna de miel con mi mujer, Celia, a Vietnam. Recorrimos el país de norte a sur, conociendo todas las ciudades. Lo recuerdo con mucho cariño.
- ¿Hay algún destino que siempre repitas?
Desde que tengo niñas, no hacemos viajes muy exóticos. Repetimos Canarias bastante: Lanzarote, Tenerife... ¡Nos encanta!
- Si piensas en naturaleza, ¿dónde te gustaría escaparte?
Me gusta mucho África. He estado en Mozambique, Madagascar, Gambia… Madagascar me impresionó especialmente. Pero no hace falta irse tan lejos, Asturias, donde vivo, es un paraíso natural. Vivo rodeado de árboles, montañas, ríos, mar… Cualquier rincón de aquí es perfecto para escaparse.
- ¿Y si hablamos de destinos urbanos?
Me gustaría ir a Nueva York. Nunca he estado, y mira que es muy clásico, pero lo tengo pendiente y tengo muchas ganas.
- ¿Para ti, un viaje perfecto es con…?
Con buena compañía. Para mí es básico. Con mi mujer cualquier viaje es perfecto. Le encanta organizar, buscar guías, restaurantes, lugares para visitar… Yo me dejo llevar, nos compenetramos genial y viajar con ella es un lujo.
- ¿Has viajado solo alguna vez?
Sí, muchas veces. Por ejemplo, he hecho el Camino de Santiago en bici en cuatro ocasiones, yo solo. Te sana el alma y la cabeza. Es muy recomendable.
- ¿Un viaje soñado que aún tienes pendiente?
Groenlandia, quizá este verano tenga suerte y pueda escaparme allí.
- ¿Próximo destino? ¿Alguna pista?
Ahora mismo no tengo ningún viaje previsto, pero tengo uno en mente: El Salvador, con una ONG. Puede que se haga realidad en los próximos meses.
- ¿Cómo se plantea este verano? ¿Qué planes tienes?
Lo estamos dejando un poco en stand by. Nos acabamos de comprar una casa y estamos de mudanza. Igual nos pilla el verano en pleno traslado, pero alguna escapadita haremos seguro.
- ¿Cómo es un verano en Gijón para Saúl Craviotto?
Gijón es una ciudad con muchísima vida: actividades deportivas, eventos, conciertos. Las fiestas de Gijón, los fuegos, la exhibición aérea… En verano, es una ciudad con mucha vida, un destino muy recomendable. No te aburres en absoluto.
- ¿Qué lugares de tu tierra no se puede perder alguien que viaja a Asturias por primera vez?
El occidente de Asturias es menos conocido, pero tiene un encanto particular, es precioso. Yo lo he pateado mucho porque he entrenado mucho en Navia. También Avilés, Gijón, Oviedo, el centro es maravilloso. Y el oriente es una auténtica preciosidad. Yo tengo una casa por la zona de Caravia, Ribadesella, Villaviciosa, toda esa zona de acantilados y playas. Asturias es bonita de este a oeste y de norte a sur.
- Recomiéndanos un sitio donde se coma de muerte
¿Solo un sitio? Te podría decir una lista de 20. Aquí en Asturias se come bien en cualquier lado: sitios caros, baratos, de menú… que te ponen una pota con fabada o berzas o un pote asturiano y comes de maravilla por 12 euros, hasta restaurantes Estrella Michelin maravillosos y reconocidos a nivel mundial. Hay una gastronomía en Asturias increíble. Pero si me tengo que quedar con uno, Casa Gerardo. Encima fueron mis maestros, los que me enseñaron a cocinar. Y gracias a ellos gané MasterChef, o sea que me quedo con ellos.
- ¿En qué momento te encuentras personal y profesionalmente? ¿Algún proyecto nuevo?
No paro. A nivel deportivo entreno todos los días, es mi pasión y lo seguiré haciendo toda mi vida. Pero ahora estoy priorizando pasar tiempo con mis hijas, tiempo de calidad, cosas que mientras estaba preparando los Juegos Olímpicos no me podía permitir. Profesionalmente, estoy muy centrado en mi marca personal, publicidad y, sobre todo, conferencias. Es un mundo que nunca pensé que me iba a dedicar y estoy muy metido. Además de mis negocios, no me aburro.