VILA FRESCA Y VILA NOGUEIRA AZEITÃO: LAS VILLAS TRANQUILAS
El paseo puede comenzar por Vila Fresca de Azeitão, una villa de casas blancas con sus fachadas repletas de flores y la iglesia decorada con los típicos azulejos del siglo XVII. La villa creció alrededor de la Quinta Fresca, que más tarde se denominaría Palacio da Bacalhôa (www.bacalhoa.pt), fundado por el rey João I. Considerada una de las fincas del siglo XV más bonitas que se conservan en el país, el palacio y sus jardines parecen directamente sacados de un paisaje de postal, una visita que supone un recorrido por la historia de Portugal. Con influencias de Europa, África y Oriente y azulejos portugueses de los siglos XV y XVI, el conjunto arquitectónico es una obra de arte en sí mismo. Los jardines de esta antigua propiedad de la familia real portuguesa son uno de los platos fuertes de cualquier visita.
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La visita al museo del vino Bacalhôa Adega Museu, ayudará conocer su historia, también realizan exposiciones temporales y cuentan con una sala de degustación. Este se encuentra en Vila Nogueira de Azeitão, otro de los pueblos de la freguesía que se formó alrededor de otra quinta, la de da Nogueira, propiedad de la esposa del rey Pedro I de Portugal. Hay que recorrer sus callejuelas curioseando entre las tiendas de artesanía, conocer el palacio de los Duques de Aveiro y la casa-museo de la bodega José María da Fonseca.