1/5A lo largo de los años de gobierno de la Casa Imperial, al menos diez emperatrices rigieron los destinos del Japón. Ahora, con el nacimiento de una nueva princesa -hija del príncipe Naruhito y su esposa la princesa Masako-, la sociedad japonesa cuestiona su constitución y, en concreto, la ley sálica que prohibe a la mujer el acceso al trono
A lo largo de los años de gobierno de la Casa Imperial, al menos diez emperatrices rigieron los destinos del Japón. Ahora, con el nacimiento de una nueva princesa -hija del príncipe Naruhito y su esposa la princesa Masako-, la sociedad japonesa cuestiona su constitución y, en concreto, la ley sálica que prohibe a la mujer el acceso al trono
2/5Hace más de mil años, cuando los hombres gobernaban en Kioto y escribían textos sobre el budismo y poemas tradicionales, las mujeres creaban obras literarias de gran calidad, en las que explicaban cómo se sentían detrás de las puertas correderas y de los biombos, quiénes eran, sus sueños...
Hace más de mil años, cuando los hombres gobernaban en Kioto y escribían textos sobre el budismo y poemas tradicionales, las mujeres creaban obras literarias de gran calidad, en las que explicaban cómo se sentían detrás de las puertas correderas y de los biombos, quiénes eran, sus sueños...
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Las guerras de poder habían sido sustituidas por un ideal de vida basado en ideales estéticos. Dueñas de un nuevo sistema de expresión, las mujeres se convirtieron en las verdaderas protagonistas de la literatura y, algunas, en cronistas de la vida en palacio
El libro de la almohada y La historia de Gengi (700-1192 d.c.), escritos por dos damas que servían a las emperatrices de la época, son un magnífico legado histórico sobre el modo en que gobernaron estas soberanas
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Las mujeres han jugado un importantísimo papel en la historia del Japón imperial. De hecho, a lo largo de 89 años, seis fascinantes emperatrices se sucedieron en el trono: Suiko, Saimei, Jito, Gemmei, Gensho y Koken