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Magdalena de Suecia se ha mostrado de lo más orgullosa por un premio a la labor humanitaria, de su madre, la reina Silvia. La Princesa la ha acompañado hasta Nueva York a su madre para que recogiera la medalla de honor Global Ellis Island, que se otorga a líderes internacionales. La Reina ha sido galardonada por su compromiso de toda la vida con causas humanitarias, en particular por su labor de protección de niños vulnerables a través de la Fundación Mundial para la Infancia (Chilhood)y la Fundación Mentor, por su liderazgo en la promoción de la atención a la demencia y su compromiso con el empoderamiento de los jóvenes y el apoyo a las personas con discapacidad en todo el mundo.
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Además de como hija, la princesa Magdalena ha arropado a la Reina como adjunta honoraria de su entidad para la infancia y se refirió así a este reconocimiento: “Me he sentido muy orgullosa de acompañar a mi madre a recibir la Medalla de Honor Humanitaria Global de Ellis Island este fin de semana. Por todo el trabajo que mi madre ha realizado a nivel mundial con Childhood, Mentor y Silivahemmet, este fue un momento muy merecido”.
A la gala, la reina Silvia acudió con un vestido rojo de encaje, una chaqueta a juego y su inseparable muleta que le acompaña desde hace semanas tras su reciente operación de pies. Mientras, su hija eligió un vestido negro de tirantes y escote en V de pedrería. En su discurso de agradecimiento, la mujer del rey Carlos Gustavo dijo: “Me siento profundamente honrada de recibir la Medalla de Honor Humanitaria Global de Ellis Island. Formar parte de una tradición que celebra la unidad, el servicio y la humanidad compartida es, a la vez, humilde y profundamente significativo. (...) Brindar esperanza a los más vulnerables es una misión que comparto profundamente con la Sociedad de Honor de Ellis Island. Este premio no es solo mío. Refleja el trabajo de muchos, especialmente de aquellos con los que he tenido el privilegio de colaborar a través de la Fundación Mundial Childhood. Fundé Childhood hace 25 años para proteger los derechos de los niños y para combatir uno de los crímenes más atroces y extendidos contra ellos: el abuso sexual (...) La infancia debe ser un tiempo de seguridad, alegría, aprendizaje y amor. Todos los niños tienen derechos, consagrados en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y ahora también integrados en la legislación sueca. Pero los derechos tienen poco valor sin acción. Necesitamos leyes firmes, una aplicación efectiva, comunidades comprometidas y la colaboración del sector privado. El abuso no conoce fronteras, y nuestros esfuerzos para detenerlo tampoco deberían tenerlas”.
La reina Silvia acabó su intervención con las siguientes palabras: “Creo que cuando nos unimos con valentía y compasión, el cambio real y duradero es posible. Ya sea protegiendo los derechos de los niños o apoyando a quienes viven con demencia, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. Actuemos con decisión, guiados por la ciencia, la ética y la humanidad compartida que nos une a todos”.
La Reina Silvia fundó en 1994 Mentor International, una fundación internacional que brinda apoyo a los jóvenes a través de relaciones de intercambio. En 1999, la Reina Silvia fundó la Fundación para la Infancia, en varias ciudades del mundo. La organización ayuda a los niños maltratados, en peligro o que viven en un entorno peligroso, proporcionándoles en particular alojamiento. También participa en asociaciones que ayudan a las personas mayores, a los que padecen demencia o Parkinson.