Hace unas semanas Marta Luisa de Noruega y su marido, el chamán Durek Verrett, estrenaron su polémico documental con Netflix, Realeza rebelde: Una insólita historia de amor, un relato sobre la boda de la pareja que incluyó acusaciones de racismo, rechazo institucional, acoso y falta de apoyo, al tiempo que fue una clara ruptura del acuerdo al que habían llegado con la Familia Real. El efecto de esa película no se ha hecho esperar, pasada la controversia inicial, la sorpresa ha llegado a modo de encuestas y también a pie de calle.
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En Noruega todos los meses la agencia Norstat, entre otras, sondea el apoyo que recibe la monarquía noruega por parte de los ciudadanos y ha sido en la encuesta de finales de septiembre, la que se realizó después del estreno del documental para la cadena pública NRK, la que arrojó los mejores datos en un año y medio marcado, entre otras cosas, por el escándalo de Marius Borg.
Los últimos datos reflejan que el 73 por ciento apoya la jefatura del Estado que encabeza el rey Harald, lo que supone un salto respecto a la medición anterior, que se realizó antes de las vacaciones de verano y que se quedaba en el 69 por ciento. Si bien puede no parecer una cambio demasiado importante, la clave que da el citado medio es que ese apoyo se ha registrado en el grupo de edad de 30 a 39 años, que era el que se estaba cuestionando la idoneidad de la realeza noruega durante el último año.
Aunque no se puede relacionar exactamente que este aumento se deba al polémico documental, así lo han hecho los medios del país y, sobre todo, así lo verbalizan los propios miembros de la realeza. Ya que tanto los reyes Harald y Sonia, como el príncipe Haakon han declarado en distintos actos oficiales que han recibido un importante apoyo por parte de los ciudadanos a raíz de la película de la princesa.
"No sé mucho al respecto, porque no he visto el documental directamente. Estaba en las montañas y no había ninguna conexión. Así que no puedo decir nada al respecto. Pero siento que la gente transmite una gran calidez. Y eso nos llena de agradecimiento. Es muy, muy bonito", acaba de declarar la reina Sonia durante el reciente aniversario de la Cruz Roja noruega, unas declaraciones que confirman la impresión que ya tenía su hijo días después del estreno.
A diferencia de la reina, que no ha querido ahondar más en el tema, el rey Harald y el príncipe Haakon sí admitieron sin problemas haberla visto y aunque no aportaron su opinión personal sobre la película, sí que hablaron sobre las consecuencias.
"Creo que debería abstenerme de juzgarlo. Pero, lamentablemente, creo que no distingue suficientemente entre las actividades de la Casa Real y el proyecto o el aspecto comercial de las actividades de la princesa y Durek Verret", afirmó el príncipe Haakon. "He notado que mucha gente ha dicho muchas cosas buenas sobre los Reyes después, así que creo que es bueno que estén recibiendo apoyo", añadió el hermano de la protagonista del último documental real de la factoría Netflix.
El soberano noruego, que hace años se ganó el apodo del vikingo invencible, ya que, a pesar de no tener sangre vikinga ha demostrado tener una capacidad admirable para resistir todo tipo de temporales, fue en esa línea, aunque no puedo evitar ponerse en modo padre y deslizar la idea de que cuando él no esté, sus dos hijos son los que tienen que encontrar el modo de entenderse. "He visto la película, creo que son otros los que deben juzgar el contenido", declaró.
El soberano dejó ver entonces que es consciente de que su hija y el marido de esta han roto el acuerdo con la Casa Real, pero se centra en encontrar una forma de avanzar. "Tenemos que seguir adelante, así que vamos a intentar hacer algo al respecto mediante conversaciones. Seguimos conversando con ellos. Creo que están más alineados con nosotros de lo que parece. Viviremos juntos el resto de nuestras vidas, los Príncipes Herederos tienen que aceptarlo también, así que tenemos que encontrar una solución".
De lo que no quiere oír ni hablar el soberano y esta no es la primera vez que lo deja claro, es de la posibilidad de retirar a su única hija el título de princesa. Es posible que sea un asunto doloroso para él y que considere que a efectos prácticos no aporta demasiado, teniendo en cuenta que se le retiraron las funciones oficiales, la asignación pública y el título de Alteza Real. No hay que olvidar que Marta Luisa es la única hija de los reyes Harald y Sonia, para la que el entonces príncipe heredero eligió el nombre de su madre, la princesa Marta de Suecia, a la que perdió siendo prácticamente un niño.