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Ingrid y Sverre de Noruega se han convertido en las grandes estrellas de la Casa Real este verano. A punto de que la princesa y futura heredera al trono comience su etapa como universitaria en Australia, está aprovechando las vacaciones, junto a su hermano, para tener una agenda oficial de lo más intensa en esta especie de ‘prácticas de príncipes’ que se están convirtiendo estas semanas etivales. Suponen savia nueva en una institución que está muy tocada desde hace casi un año a raíz de las detenciones de Marius Borg, el hijo que la princesa Mette-Marit tuvo antes de casarse con el príncipe Haakon.
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Los Reyes, los príncipes herederos y sus hijos se han desplazado hasta la próspera ciudad noruega de Stavanger, conocida como la ‘capital del petróleo’, para conmemorar el 200 aniversario de la inmigración americana. En 1825, un grupo de noruegos partió desde el puerto de Stavanger a Estados Unidos a bordo del barco Restauration, marcando el inicio de la emigración noruega al nuevo continente. Este acontecimiento es conocido como el Mayflower noruego y es un hito importante tanto en la historia de la ciudad como en la de la emigración noruega que este viernes la Familia Real ha querido festejar por todo lo alto uniéndose a los actos festivos.
A su llegada, Ingrid y Sverre saludaron con especial cariño a su abuela, que este viernes precisamente cumple 88 años en plena forma y sin dar síntomas de agotamiento.
Esta imagen de fuerza y unión que ha presentado este viernes la monarquía noruega viene después de que a finales de junio la Corte del rey Harald se pronunciara mediante un comunicado sobre la situación de Marius Borg. El joven fue detenido el 4 de agosto de 2024 después de agredir a su entonces novia. Después vinieron una serie de presuntos delitos que han sido investigados durante los últimos meses. La declaración de la Corte nórdica rezaba lo siguiente: “El caso está siguiendo el sistema legal y los procedimientos normales. No tenemos nada que añadir”.
El príncipe Haakon ha hablado en el pasado sobre el escándalo que afecta al hijo de su mujer. “Creo que Marius se enfrenta a graves cargos y que la responsabilidad recae en el sistema judicial. Hay que permitir que la Policía y el sistema judicial se encarguen de esto. Confío en que harán un buen trabajo”. Marius Borg no forma parte de la Familia Real en el ámbito institucional ni tampoco tiene funciones, pero emocionalmente sí está muy unido a todos los miembros de la Realeza noruega.