Melania Trump está apurando sus últimas horas con la realeza británica antes de poner rumbo a Chequers, donde ya se encuentra su marido, Donald Trump, reunido con el Primer Ministro británico, Keir Starmer, como parte de la agenda política de esta segunda e histórica visita de Estado de los Trump al Reino Unido. Después de descubrir la Casa de Muñecas de la bisabuela de Carlos III de la mano de la reina Camilla, la Primera Dama, con un look más informal, se ha trasladado a los jardines de Frogmore para encontrarse con Kate Middleton y descubrir un proyecto relacionado con la Princesa de Gales y la naturaleza.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Tras el encuentro con Kate, Melania Trump se despedirá del Castillo de Windsor
Aunque estuvieron juntas en varias ocasiones durante la jornada del miércoles, desde la bienvenida oficial hasta el espléndido banquete de Estado que tuvo lugar anoche, este es el primer y único acto en solitario que han tenido Kate Middleton y Melania Trump en el marco de la visita de Estado. Se trata de una actividad organizada por el movimiento scout británico y está diseñado para niños de 4 a 5 años, como ritual de entrada al programa Squirrels, la rama infantil del movimiento scout. A través de juegos, exploración y dinámicas en la naturaleza, los niños aprenden valores como el trabajo en equipo, la curiosidad y el respeto por el entorno para obtener su insignia “Go Wild”.
El acto ha contado con la presencia de Dwayne Fields, explorador y actual Jefe Scout del Reino Unido, quien guiará a las invitadas por las actividades. Para Kate Middleton el vínculo con la naturaleza ha sido clave en su vida personal y en su recuperación reciente, y hoy lo comparte con Melania en un gesto de diplomacia suave y compromiso social.
Fue el jefe scout Dwayne Fields, el que preguntó a la princesa de Gales qué piensa cuando visita el campo después de "todo el estrés y las tensiones de la vida cotidiana". Kate respondió: "Supongo que encuentro una reconexión emocional muy espiritual y muy intensa en estos entornos. No todo el mundo tiene quizás la misma relación con la naturaleza, pero para mí es muy significativo porque es un lugar donde encontrar equilibrio y encontrar paz y reconexión en un mundo que, de otro modo, sería muy ajetreado".
Siguiendo el nuevo protocolo establecido por Carlos III, igual que hicieron los Macron el pasado julio, los príncipes de Gales fueron los encargados de recibir a Donald y Melania Trump en los terrenos de Windsor, cuando el Marine One aterrizó en la mañana del miércoles. Fue entonces cuando comenzó un despliegue sin precedentes, como es la propia visita de Estado, ya que nunca se había concedido dos veces esta invitación y este tratamiento a un mismo jefe de Estado. Kate Middleton, como princesa de Gales, ocupó un lugar principal pero no protagonista, tanto en la ceremonia de bienvenida como en el banquete de Estado. Los Gales, además, no estuvieron presentes en el desfile militar que se celebró antes de la cena de gala.