Los Windsor y sus satélites, es decir, aquellos que pertenecen a la familia, pero no la institución, se prepararan para el primer funeral católico celebrado por un miembro de la Familia Real británica en más de 400 años, el de Katharine Worsley, duquesa de Kent, que falleció el pasado 4 de septiembre a los 92 años. Los reyes Carlos y Camilla, además de confirmar su asistencia, colaboraron desde el Palacio de Buckingham en el protocolo del funeral, que ha sido aprobado por institución, así que este gesto supone una apertura religiosa sin precedentes en la monarquía británica moderna. Hablamos con Beatriz Valero de Urquia, que escribe sobre relaciones y política internacional, es graduada en historia por la University College de Londres y tiene un máster de Literatura Comparada en la Universidad de Cambridge.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
"Una cuestión más complicada sería si un heredero al trono quisiera convertirse al catolicismo"
"Aunque sorprendente, su conversión no afectó demasiado a la institución, ya que Katharine no estaba en la línea de sucesión al trono", nos cuenta Beatriz Valero, recordando que fue en 1994, durante el reinado de Isabel II, cuando la duquesa de Kent anunció su conversión al catolicismo, algo que no le impidió seguir representando a la monarquía británica hasta el 2002, cuando se retiró para ser profesora de música.
"El protocolo del funeral ha sido discutido y aprobado por miembros de la Familia Real. Dada la avanzada edad de la duquesa, no ha sido una enorme sorpresa, y ha habido tiempo para preparar la ceremonia con anticipación. Tampoco es un conflicto que acuda Carlos III a la misa. La reina Isabel ya acudió a funerales católicos, como el del rey Balduino de Bélgica, en 1993. Y, aunque es costumbre que el monarca británico evite los funerales papales, su heredero suele acudir. Así, Carlos (siendo príncipe) fue al funeral de Juan Pablo II, y su hijo, el príncipe de Gales, acudió al del papa Francisco, a principios de año", explica la experta en Historia, que lleva casi una década afincada en el Reino Unido.
"Además, el propio Carlos III ha expresado en el pasado su respeto a todos los cultos que se profesan en el país. En su Coronación participaron miembros de comunidades judías, musulmanas e hindúes, reflejando la diversidad religiosa de Reino Unido", añade.
El 8 de junio de 1961, se casó con el príncipe Eduardo, duque de Kent, en la Catedral de York, por la Iglesia Anglicana
"Una cuestión más complicada sería si un heredero al trono quisiera convertirse al catolicismo. Bajo la ley vigente (la Declaración de Derechos de 1689 y el Acta de Establecimiento de 1701), todo monarca inglés debe ser miembro de la Iglesia anglicana. Aunque en 2013 se cambió la ley para permitir que el monarca pudiera casarse con una persona católica, la cláusula que prohíbe que herede el trono un católico se mantuvo intacta. El último rey católico de Inglaterra y Escocia fue Jacobo II, que reinó desde 1685 hasta ser depuesto por su hija y su yerno, en la Revolución Gloriosa de 1688", recuerda la experta en Historia.
Beatriz Valero de Urquia, analizando el protocolo del funeral, señala otro hecho histórico y es que esta será el primer funeral real que se celebre en la catedral de Westminster desde su construcción en 1903, un templo distinto a la abadía de Westminster, de culto anglicano, siendo el primer acto de este tipo que se realiza en el edificio.