Los días en Adelaide Cottage, la coqueta casa rosa del príncipe Guillermo y Kate Middleton, situada en los terrenos del Castillo de Windsor podría dejar su hogar. Los príncipes de Gales y sus tres hijos George, Charlotte y Louis estarían pensando en mudarse a una residencia más grande y espectacular, que sería una nueva mudanza en las múltiples que han vivido desde su época de novios
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El Daily Mail asegura que la pareja real estaría considerando mudarse a Fort Belvedere, un magnífico castillo neogótico situado en un rincón escondido de Windsor Great Park levantado en el siglo XVIII en el que vivió Eduardo VIII antes de convertirse en monarca y después de abdicar para casarse con Wallis Simpson.
Este traslado vendría tres años después de haberse instalado en Adelaide Cottage, en lugar en el que Kate se está recuperando de su cáncer y donde han encontrado el contacto con naturaleza y la privacidad que tanto querían para sus hijos y para ellos mismos y del que carecían en el bullicioso centro de Londres.
Si Fort Belvedere se convierte en su nueva residencia, sería el enésimo traslado de la pareja en los 24 años que llevan juntos, 14 de ellos casados, y que ahora te pasamos a detallar.
Su primer nidito de amor
Durante su primer año siendo estudiantes de la Universidad de St. Andrews (Escocia), ambos residieron en la residencia St. Salvatore’s Hall (conocida como Sallies). El segundo año se mudaron con dos amigos a una casa adosada victoriana alquilada cerca de la universidad. En los dos últimos años de carrera, entre 2003 y 2005, estuvieron junto con otros compañeros en Balgove House, una casa de cuatro dormitorios ubicada en una finca cercana a St. Andrews.
Tam-Na-Ghar, su cabaña en Escocia
Tras acabar la universidad, pasaron temporadas juntos en Tam-Na-Ghar, una pequeña cabaña de tres habitaciones situada en los terrenos de Balmoral, Escocia. Fue un regalo de la Reina Madre al príncipe Guillermo en 2002 y se convirtió en su lugar durante los primeros años de su relación. A veces aún la usan como destino vacacional familiar.
Su primera vivienda de casados
Al casarse, en 2011, fijaron su residencia principal en Anglesey (Gales) donde el príncipe Guillermo trabajaba como piloto de helicópteros y rescate en la Royal Air Force. Estuvieron allí durante dos años, hasta 2013.
El Palacio de Kensington
El último hogar de la princesa Diana en Londres, el Palacio de Kensington, también fue su hogar a partir de 2013. Se instalaron en el Apartamento 1A del recinto donde nacieron sus hijos y llevaron a cabo gran parte de sus actividades oficiales.
Anmer Hall, su casa de campo
Fue un regalo de bodas de Isabel II y se encuentra en la finca de Sandringham. Siempre ha sido la casa a la que se han escapado los fines de semana y en vacaciones, pero durante la pandemia de Covid estuvieron allí de forma permanente.
Adelaide Cottage, su última casa
Desde 2022, la residencia familiar de Adelaide Cottage en Windsor es el hogar de los Gales. La eligieron para tener más privacidad y cercanía con el entorno natural e implicó que George, Charlotte y Louis cambiaran de colegio.Debe su nombre a la reina Adelaida de Sajonia- Meinngen, esposa de Guillermo IV, la primera inquilina. El edificio se levantó por el arquitecto Jeffry Wyatville en 1831 y siempre se ha caracterizado por ser de lo más encantadora. El exterior es en estuco de color rosa claro y adornos en el tejado. En origen tenía una sala de retiro para la Reina y una sala de pajes, así como muebles antiguos y una sala en la que predominaba el mármol. Además, contaba con una chimenea de estilo regencia greco-egipcia. En el siglo XIX, el edificio principal tenía cuatro dormitorios y el techo principal tenía adornos, incluidos delfines dorados y cabos del antiguo yate real HMY Royal George.