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Este 14 de junio es una fecha muy especial en el calendario de la familia real británica, que celebra el cumpleaños oficial del rey. Para tan señalada ocasión, Londres se engalana para disfrutar del Trooping the Colour, el desfile militar que conmemora el aniversario del monarca Carlos III. Como dicta la tradición, la familia real se reunirá en el balcón de Buckingham Palace para inmortalizar la ocasión con la icónica foto familiar, en la que el monarca y la reina Camilla serán los grandes protagonistas, así como los príncipes de Gales y sus hijos, que reaparecerán juntos en este gran acto institucional.
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Mientras la capital británica celebra este famoso desfile, que marca el inicio de los fastos por el cumpleaños del monarca, a pesar de que su cumpleaños es el 14 de noviembre, al otro lado del Atlántico, Meghan Markle tenía también una cita importante. La duquesa de Sussex iba a ser homenajeada en la gala Night of Wonder, organizada por el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles, un evento que no solo destacaría su compromiso social y su labor en favor de las comunidades desfavorecidas, sino que también le brindaría la oportunidad de pronunciar un discurso ante una audiencia influyente.
En el anuncio del evento, la presidenta y directora del museo, Lori Bettison-Varga, elogió a Meghan como una figura inspiradora para Los Ángeles: “Estamos orgullosos de honrar a Meghan, duquesa de Sussex, una angelina nativa cuyo compromiso con el bienestar social y la expansión de oportunidades, especialmente para las comunidades marginadas, refleja nuestra misión de fomentar la equidad y la alfabetización científica para las nuevas generaciones”, declaró Bettison-Varga.
El evento, que prometía ser una gran velada, fue cancelado abruptamente debido a la escalada de protestas callejeras que desembocaron en episodios de violencia, incendios provocados y una fuerte presencia de la Guardia Nacional en la ciudad angelina. Ante este panorama, como recoge People, la Junta Directiva del museo comunicó a los asistentes vía correo electrónico que los organizadores habían tomado la “difícil decisión” de posponer la gala, dejando en el aire una cita que estaba llamada a ser una de las más destacadas de la agenda social de Los Ángeles. De esta manera, los asistentes, que ya habrían desembolsado unos 1.500 dólares por su entrada (unos 1.300 euros), se han quedado sin su cita con la duquesa de Sussex. Según el mencionado medio británico, tras confirmarse su suspensión, los asistentes han tenido la opción de reembolsar sus entradas o asegurar un lugar en la gala reprogramada, aunque aún no se ha anunciado la nueva fecha.
La coincidencia de fechas, ¿casualidad?
La cancelación del evento de Meghan Markle ha generado todo tipo de especulaciones. La fecha de la gala, que habría sido una oportunidad única para reforzar su papel en el ámbito social y cultural de la ciudad, coincidía con el Trooping the Colour, el evento más importante del calendario de la monarquía británica. Al no celebrarse este día, por motivos de fuerza mayor, la duquesa de Sussex ya no hará sombra a la familia real británica en un día tan señalado.
Hay que recordar que la duquesa de Sussex ha construido su imagen pública en torno a su activismo y su independencia de la monarquía británica. Desde su mudanza a California en 2020, ha trabajado en proyectos que reflejan sus valores y su compromiso con causas sociales. De hecho, en los recientes incendios que arrasaron la ciudad de Los Ángeles, el matrimonio mostró su solidaridad con los afectados, incluyendo donaciones de suministros esenciales como ropa, productos de higiene y kits de emergencia. Además, colaboraron activamente con World Central Kitchen, la ONG del chef español José Andrés, sirviendo comidas a víctimas y socorristas en el Centro de Convenciones de Pasadena. Y, en un gesto aún más personal, abrieron las puertas de su mansión en Montecito para acoger a amigos que habían sido evacuados.
Mientras tanto, en Londres, la familia real británica sigue adelante con sus celebraciones. El príncipe Guillermo tendrá un papel destacado en el desfile, mientras que el rey Carlos III, también participará, pero lo hará en carruaje. Por segunda vez desde su ascenso al trono, el rey Carlos III, de 76 años, no irá a caballo en la tradicional ceremonia, rompiendo con una imagen que durante décadas pareció inseparable del evento. En su lugar, el monarca recorrerá el trayecto en carruaje, acompañado por la reina Camilla. Según ha informado The Times, esta decisión, cargada de simbolismo, responde principalmente a la evolución de su estado de salud.