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La princesa Amalia de Holanda ha reaparecido del brazo de su padre este miércoles en el que es su primer acto en la que la vemos tras el accidente ecuestre que sufrió el pasado 10 de junio que la llevó a la mesa de operaciones de urgencia al fracturarse el brazo. En este regreso, la heredera al trono ha acompañado a su padre, el rey Guillermo, en un acto militar. El rey ha entregado el nuevo estandarte al Regimiento de Húsares princesa Catalina-Amalia en el Cuartel Príncipe Bernardo de Amersfoort ante la presencia de la princesa de Orange.
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Durante la ceremonia, el monarca holandés ha pasado revista a las tropas, tras lo cual recibirá las banderas de los regimientos de Húsares princesa de Orange, príncipe Alejandro y Sytzama. Estas tres compañías se fusionaron en el año 2020 en el Regimiento de Húsares de la princesa Catalina Amalia, pero conservaron su propia enseña.
A continuación, se ha presentado el nuevo estandarte y se interpretará su nueva marcha. El Rey Guillermo ha dado un discurso y tras los actos, padre e hija han conversado con algunos miembros del regimiento.
La operación, un éxito
Hemos visto a Amalia con su brazo lesionado en cabestrillo, del otro brazo agarrada de su padre, como consecuencia de la intervención quirúrgica que fue todo un éxito y que tuvo lugar en el UMC Utrecht, el hospital universitario mejor valorado de los Países Bajos. La agenda de la Princesa sí se ha visto pospuesta, de hecho el tradicional posado veraniego ha tenido que reprogramarse para finales de mes, aunque sus padres han mantenido sus compromisos.
La reina Máxima dijo la semana pasada en la Cumbre Global del Foro de Bienes de Consumo que su primogénita “es muy valiente y está bien”. También su padre habló de la evolución de su heredera en la inauguración del nuevo centro de investigación de Heineken en Zoeterwoude: “Me impresionó mucho. Lo lleva muy bien, estamos muy orgullosos de ella”. Dos días después de ser operada, Amalia fue dada de alta para continuar con la recuperación en su hogar, el Palacio de Huis ten Bosch.
Gran amazona
La pasión de la princesa Amalia por los animales es de sobra conocida. Además de sentir devoción por Mambo, el caniche de la Familia Real, es una apasionada de la equitación desde que era una niña. Comenzó a montar con cuatro años y su nivel es tan bueno que podría haber sido olímpica, pero no puede dedicar a este hobby todo el tiempo que le gustaría. Amalia siente predilección por Mojito, su caballo con el que ha participado en algunas competiciones y de cuyos cuidados se encarga personalmente.
"Si no lo cuidas tú misma, no tienes derecho a montarlo. Si realmente me quieres conocer, debes verme cuando estoy con mi caballo. Es en ese momento cuando realmente puedo ser yo”, decía en el libro que Claudia de Breij publicó sobre la Princesa, coincidiendo con su mayoría de edad. De hecho, en el Día Mundial de los Animales compartió una foto con este ejemplar con el que pasa mucho tiempo en las caballerizas de Palacio.
Haz click para ver el especial de la princesa heredera Amalia, hija de los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos. La joven royal ve sus sueños truncados cuando tiene que abandonar su vida de estudiante universitaria tras sufrir amenazas de la mafia. ¡No te pierdas su historia y dale al play!