Además de obligar a cancelar eventos, festivales y conciertos, ha dejado sin ingresos a cantantes, promotores, agencias, montadores, equipos técnicos y a toda la industria, la mayoría de ellos pequeñas empresas y autónomos. Cabe recordar que la música tiene un impacto económico en España de 5.000 millones de euros, de los cuales más del 50% procede de la música en directo