Los reyes Felipe y Letizia ya se encuentran en Egipto. Este martes partieron del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde fueron despedidos con honores, para poner rumbo a El Cairo. Allí ha dado comienzo este viaje de Estado crucial, que servirá para reforzar los lazos entre ambos países y se prolongará hasta el próximo viernes. Tras la recepción a la colectividad española residente en la zona celebrada anoche, don Felipe y doña Letizia afrontan este miércoles una agenda cargada de actos en el país árabe.
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Almuerzo en palacio
Los reyes Felipe y Letizia han puesto fin a esta mañana cargado de actos en El Cairo con un almuerzo ofrecido en el Palacio de Al-Ittihadiya por el presidente de la República Árabe de Egipto, Abdel Fattah Al-Sisi, y la primera dama, Entissar Amer Al-Sisi. Cogen, así, fuerzas para la tarde, cuando el Rey mantendrá un encuentro con el presidente de la Cámara de Representantes de Egipto, Hanafy El-Gabali, y otro con el presidente del Senado de Egipto, Abdel Wahab Abdel Razek.
Durante el almuerzo, el Rey ha pronunciado unas palabras agradeciendo "la acogida" que les han brindado y resaltando los vínculos entre los dos países: "Somos, España y Egipto, dos culturas enraizadas en el Mediterráneo. Dos culturas y en muchos aspectos con un modo muy similar de entender la vida", ha comentado.
Recordando la visita del presidente egipcio a España ha principios de año, ha señalado: "Creo, Señor Presidente, que las relaciones duraderas hay que alimentarlas con hechos. Por eso estoy tan satisfecho de haberos recibido en Madrid a comienzos de este año, de que en Vuestra visita se firmará la Alianza Estratégica que proyectará nuestras relaciones hacia el futuro, y de que hoy, apenas medio año más tarde, estemos la Reina y yo aquí, en esta visita de Estado que nos honra profundamente".
Y ha confesado lo que él y doña Letizia están deseando hacer en este viaje: "Como nota personal, os confieso que ansiamos, de manera especial, ver la luz del atardecer en las pirámides de Guiza", ha revelado.
El último acto de la mañana
Tras las reuniones, han firmado el acuerdo de Cooperación para el Desarrollo. Se trata del primero de estas características que se firma en presencia de Su Majestad el Rey. El último acto antes del almuerzo con el que los reyes Felipe y Letizia han cerrado su primera mañana en Egipto.
Reuniones por separado
Tras la bienvenida, ha comenzado un encuentro bilateral entre ambas delegaciones. El rey Felipe ha estado acompañado por el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, el embajador de España en la República Árabe de Egipto y la secretaria de Estado de Comercio, entre otros. En cuanto a la delegación egipcia, han estado allí, además del presidente Al-Sisi, el Ministro de Asuntos Exteriores, Migración y Asuntos de Egipcios en el Extranjero, el jefe de Gabinete de la Presidencia, el ministro de Inversión y Comercio Exterior y el embajador de Egipto en España, entre otros.
De forma paralela, la Reina se encontraba manteniendo un encuentro con la primera dama de Egipto. En su reunión, doña Letizia y Entissar Amer Al-Sisi han tratado áreas de trabajo e interés común.
Entissar Amer, también conocida como Entissar Al-Sisi, es la primera dama de Egipto desde el año 2013. Aunque siempre ha mantenido un perfil muy discreto, desde hace algún tiempo ha incrementado su presencia, estando notablemente más presente en la diplomacia egipcia y con causas relacionadas con el empoderamiento de la mujer. Entissar Amer, que cada vez es más influyente, se ha lanzado, incluso, a las redes sociales.
Bienvenida en el palacio de Heliópolis
A media mañana han sido recibidos por el presidente de la República Árabe de Egipto, Abdel Fattah Al-Sisi, y la primera dama, Entissar Amer Al-Sisi, en el Palacio de Al-Ittihadiya (Heliópolis). Nada más llegar, se han escuchado los himnos de sus respectivos países ante una formación de la Guardia de Honor. Al finalizar, han realizado un saludo a las delegaciones antes de celebrar sendas reuniones.
Ha sido en este acto donde hemos podido ver las primeras imágenes de los cuatro juntos. Unas fotografías similares a las que protagonizaron a principios de este mismo año, durante el viaje de Abdel Fattah Al-Sisi a España, solo que entonces no le acompañaba la primera dama. De hecho, esta visita responde a la invitación del presidente egipcio durante su paso por Madrid.
En febrero, Abdel Fattah Al-Sisi se reunió con don Felipe y doña Letizia en el Palacio Real de Madrid, tras firmar la declaración de Asociación Estratégica entre ambas naciones. En su discurso, Felipe VI afirmó: “La Reina y yo esperamos poder acompañarle pronto en Egipto y poder celebrar también allí los nuevos y prometedores horizontes que se abren para nuestro Partenariado Estratégico, que inicia ahora su camino”. Aseguró que estaban “ultimando las fechas” para este viaje, que les hace “una ilusión especial en lo personal”. Y no han tardado en cumplir su promesa.
Homenaje en el Monumento al Soldado Desconocido
Los Reyes han arrancado el día realizando una ofrenda floral en el Monumento al Soldado Desconocido, en el distrito cairota de Nasr City. Esta construcción piramidal, ordenada por el presidente Anwar Sadat en 1974, fue levantada en honor a los egipcios que perdieron la vida en la guerra de Yom Kippur. Precisamente, está a punto de cumplirse medio siglo desde su inauguración, en octubre de 1975.
Nada más comenzar el acto, se han escuchado los himnos nacionales de España y Egipto. A continuación, los reyes Felipe y Letizia -quien ha lucido un diseño retro y español en guipur blanco- se han dirigido a pie hacia el monumento y han ocupado su posición frente a la tumba. Dos soldados han colocado una corona y se han guardado unos momentos de silencio mientras se escuchaba una marcha militar.
Este monumento, uno de los más emblemáticos del país, es una de las paradas habituales de visitantes e invitados a Egipto, que suelen depositar flores tanto en la estructura conmemorativa como en la tumba de Sadat. Fue este presidente quien, en el primer aniversario de la Guerra de Octubre, mandó construirlo para honrar a los mártires de guerra y al Soldado Desconocido.
Con cuatro paredes que se cruzan en la cima, a más de 31 metros de altura, su forma hace referencia a las icónicas pirámides de Egipto, símbolo de la eternidad. Diseñado por el artista Sami Rafi, en él están inscritos algunos de los nombres más representativos del país, como Mohamed, Adel, Gerges, Amer, Taher o Makram, entre otros. El lugar también acoge la tumba del propio presidente Sadat, asesinado en 1981. Su sepulcro se encuentra junto al del Soldado Desconocido.