La princesa Leonor está viviendo los últimos coletazos de su etapa formativa en la Armada. Este lunes, Galicia quiso homenajearla otorgándole la Medalla de Oro de la comunidad autónoma y la localidad pontevedresa de Marín, donde se encuentra la Escuela Naval en la que se ha preparado durante unos meses, la nombró hija adoptiva, la primera mujer que tiene este reconocimiento. En tierras gallegas, la heredera al trono se ha sentido “como una gallega más” y plasmó parte de su agradecimiento y sentimientos como guardiamarina en un texto que ha analizado la grafóloga y escritora Macarena Arnás que nos ha dado todos los detalles sobre cómo es la personalidad de la hija mayor de los Reyes.
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“Lo primero que me ha llamado la atención de la letra de Leonor es que ha ganado bastante psicomotricidad gráfica en relación con otros años. La letra es mucho más suelta, más espontánea. También es mucho más rápida y más veloz. Esto nos habla de un carácter más práctico”, resalta la especialista creadora de La Magia de las Letras y autora del libro Las firmas de Napoleón, Stalin, Hitler, Elvis… y otras historias de la Grafología.
Arnás también defiende que “este tipo de escritura más suelta también podría indicar que ha ganado soltura a la hora desenvolverse en el entorno social y el hecho de que la letra esté ligada nos hablaría, por un lado, de un pensamiento que puede ser bastante razonable donde muchas veces ella busca entender el porqué de las cosas, pero también nos habla de un carácter bastante social, como que de algún modo le gusta bastante el contacto con los otros”.
Aunque Leonor tiene esa necesidad de contacto con los otros “las formas son cerradas, las oes y las aes se encuentran totalmente cerradas, por lo tanto, también indicaría que aunque le gusta hablar y relacionarse, sigue siendo bastante reservada para hablar de sus problemas más íntimos”. “Me llama la atención en los finales, por ejemplo, donde pone ‘escuela’, que tiene la tendencia a prologar la letra 'A' hacia la zona de la derecha, algo que ocurre también con ‘casa’, el rabito se prolonga bastante y esto aparece justo en los finales”. Esta singularidad se llama en grafología ‘el rasgo del procurador’ cuando se tiende a trazar mucho hacia la zona de la derecha. “Prolongar las letras nos habla de un carácter práctico, también nos habla de una inteligencia de tipo lógica o racional, pero también nos podría indicar una necesidad de control de algún modo podríamos indicar que se ha vuelto controladora a la hora de manifestarse o expresarse públicamente porque el texto está relacionado con la parte social, pero también nos puede hablar de un poquito de desconfianza en todo lo que tiene que ver con esa parte social, a la vez que habla de rapidez o agilidad mental", destaca esta experta.
La importancia de la ubicación de la firma
En cuanto a la firma, no la ha cambiado demasiado desde que era niña, sin embargo, “ha aumentado bastante su tamaño. La ‘L’ es mucho más grande o más amplia, hace lo que en grafología llamamos rúbrica por adelantado, que eso también es un gesto gráfico que hace también el rey Felipe y se repite bastante en la tradición de los Borbones. Este gesto habla de una necesidad de planificación, de orden, de control, que aunque es un gesto poco espontáneo, coincide también con esa tendencia de prolongar algunos trazos de las letras. Aumentar bastante el tamaño indicaría que ha ganado bastante en autoestima y seguridad. En el texto se observa bastante orden y hay una tendencia a dejar bastante espacio entre renglón y renglón, por lo tanto, también indica que es una persona que necesita orden en sus ideas".
Toda esta necesidad de orden, claridad y transparencia, "podría verse como una manera sutil de ansiedad en todo lo que tiene que ver con la parte social, no con la parte íntima. Arnás también destaca las pocas diferencias que hay en la escritura entre el texto y la firma, que nos habla de transparencia, de honestidad y de algún modo se comparta tal cual es tanto en un entorno como en otro. Entonces bueno, a grandes rasgos yo la definiría como una mujer honesta que está ganado seguridad y autoestima, pero a la vez necesita planificación y controlar, algo que se asocia al perfeccionismo de algún modo".
Sobre la firma, Macarena Arnás pone el foco en la ubicación dentro del folio. “Ha ido cambiando el lugar de la rúbrica, pasando de la izquierda hacia la derecha, algo que nos da información sobre el inconsciente. La zona de la derecha indicaría una necesidad de salir de su forma de confort, que necesita viajar, conocer cosas nuevas, romper con el pasado y en estos momentos a nivel personal necesita salir de la zona de confort. En este sentido hay grandes cambios. Hay letra en forma de hilo o filiforme que habla de un pensamiento más práctico y de esa parte lógica. Sin embargo, aunque es bastante lógica o racional, también aparece la curva marcada, así que indicaría que es bastante emocional, aunque hay reserva para mostrar sus emociones".